Los correos electrónicos recientemente publicados por el Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes revelan numerosos mensajes de Jeffrey Epstein sobre Donald Trump, incluyendo comentarios sobre su carácter y conocimiento de jóvenes vinculadas al caso de abuso sexual.
En un intercambio de 2018 con el exsecretario del Tesoro Larry Summers, Epstein calificó a Trump como “borderline insane” (“casi loco”).
Tras la firma de la orden ejecutiva de enero de 2017 que restringía la entrada de ciudadanos de países de mayoría musulmana, escribió a un periodista del New York Times: “That being said Donald is fking crazy, I told you that” (“Dicho esto, Donald está jodidamente loco, ya te lo dije”).
En comunicaciones con la autora Michael Wolff y la abogada de la Casa Blanca bajo el mandato de Barack Obama, Kathryn Ruemmler, Epstein afirmó que Trump “sabía de las chicas” e incluso compartió artículos sobre su salud mental y posibles escándalos.
En marzo de 2018, al enviar un artículo del Daily Beast titulado “How Close Is Donald Trump to a Psychiatric Breakdown?”, Ruemmler respondió: “Not confidence inspiring” (“No inspira confianza”), y Epstein replicó: “but – accurate” (“pero es exacto”). Un año antes, Ruemmler había escrito: “Trump is truly stupid” (“Trump es realmente estúpido”).
Entre los correos, Epstein envió a Soon-Yi Previn, esposa del cineasta Woody Allen, un artículo de septiembre de 2016 sobre la incorporación del exdirector de la CIA James Woolsey a la campaña presidencial de Trump.
Previn respondió: “Woody said it doesn’t mean anything” (“Woody dijo que no significa nada”). No está claro por qué Epstein compartió la noticia ni qué interés podrían haber tenido ella o Allen en el asunto.
Coordinación tras la demanda de 2015
Tras la demanda de enero de 2015 presentada por Virginia Giuffre, quien acusó a Epstein y a Ghislaine Maxwell de abuso sexual y de obligarla a ser “esclava sexual” de hombres poderosos, los correos muestran que ambos coordinaron su respuesta pública.
La demanda alegaba que la obligaron a convertirse en esclava sexual de hombres poderosos, entre ellos un príncipe que posteriormente se identificó como Andrew Mountbatten-Windsor. Mountbatten-Windsor, despojado de su título de príncipe, negó la acusación y llegó a un acuerdo extrajudicial en la demanda que Giuffre interpuso contra él.
Epstein escribió: “Initial response, too many unanswered question raised, relationship with Jeffrey/… I am writing to writin to respond to alleagtinoin that have been made wchich are categorically untrue” (“Respuesta inicial, se plantean demasiadas preguntas sin responder, relación con Jeffrey/… Estoy escribiendo para responder a las alegaciones que se han hecho, las cuales son categóricamente falsas”).
Maxwell pidió que su abogado hablara con el de Epstein y agregó: “I have to distance myself from you in statement too. And they need me to say I was not aware of massage w/ Andrew in my house. These things they have to stay along w/ meeting [REDACTED] and rebutting those allegations. I needs it asap” (“También debo distanciarme de ti en la declaración. Y necesitan que diga que no tenía conocimiento de masajes con Andrew en mi casa. Estas cosas deben mantenerse junto con la reunión y refutar esas alegaciones. Lo necesito cuanto antes”).
Maxwell más tarde llegó a un acuerdo confidencial con Giuffre en junio de 2017, y en una entrevista con el Departamento de Justicia este verano afirmó que su relación con Epstein entre 2010 y 2019 fue “casi inexistente” fuera de los asuntos legales.
La secretaria de prensa Karoline Leavitt calificó los correos como evidencia que “no demuestran nada”, mientras que Trump acusó a los demócratas de usar los documentos para desviar la atención de la gestión del cierre gubernamental.

