Más de 1,000 vuelos han sido cancelados en el primer día de reducción de operaciones en decenas de aeropuertos de Estados Unidos debido al cierre gubernamental, el más extenso en la historia de la nación.
Tras la orden de la Administración Federal de Aviación (FAA) de reducir los servicios en los aeropuertos con mayor tráfico aéreo, el Departamento de Transporte había anunciado una reducción temporal del 10% en los vuelos de 40 aeropuertos, incluidos los de Atlanta, Dallas, Denver y Charlotte (Carolina del Norte).
Pese al ajuste, las rutas afectadas este viernes representaron solo una pequeña fracción de los vuelos nacionales, aunque los pasajeros enfrentaron cancelaciones de última hora y largas filas de seguridad.
Las aerolíneas aseguraron que los vuelos internacionales no se verán afectados y anticiparon disrupciones limitadas durante el fin de semana.
Sin embargo, el secretario de Transporte, Sean Duffy, advirtió en declaraciones a Fox News que, si el cierre se prolonga y más controladores aéreos se ausentan tras perder su segundo cheque de pago el martes próximo, el número de cancelaciones podría aumentar del 10% actual hasta un 15% o incluso un 20%.
La FAA explicó en un comunicado que la medida busca “mantener la seguridad de los pasajeros ante la tensión operativa” provocada por el cierre. Cerca de 13,000 controladores aéreos siguen trabajando sin cobrar, lo que ha generado fatiga y estrés generalizado en las instalaciones.
“Estamos reduciendo de forma proactiva el número de vuelos para garantizar que los estadounidenses sigan volando con seguridad”, señaló el administrador de la FAA, Bryan Bedford, al defender la decisión de ajustar el tráfico aéreo mientras continúe el bloqueo presupuestario federal.

