La presidenta del Banco de Alimentos, Mari Jo Labore, afirmó que a 37 días del cierre del gobierno federal ha aumentado la cantidad de empleados que buscan ayuda alimentaria.
“Bueno, pues nosotros lo que hemos estado haciendo es que para evitar que lleguen personas ajenas a empleados federales y que todos los empleados federales de la agencia puedan ser partícipes de la distribución, pues trabajamos con la gerencia, ya sea de la Unión o de la agencia específica, para poder trabajar con todos los empleados pertinentes. Estamos haciendo grupos los jueves, citándolos. Los jueves habíamos comenzado inicialmente con 500 familias por entrega, ya vamos por 800. Si la semana que viene esto continúa, ya vemos que vamos a aumentar posiblemente a mil familias”, dijo Laborde a preguntas de la prensa.
“Es una ayuda bien agradecida. Son empleados que trabajan, que están acostumbrados a recibir un ingreso, a valerse por sí mismo, y nunca se vieron, pensaron que se iban a ver en la necesidad de venir a un banco de alimentos. Así que es difícil para ellos. Los vemos agradecidos, alegres, a veces muy compungidos, porque saben lo difícil que es la situación. Y nosotros estamos a la disposición de poder ayudar a todos los que podamos”, añadió.
Laborde mencionó que el cierre federal también los afecta, porque dependen del Departamento de Agricultura para la compra de los alimentos.
“Gracias a Feeding América, nuestra matriz, y el apoyo de entidades sin fines de lucro que nos han ayudado también entidades donantes a los empleados federales, estamos preparados para atender. Ciertamente, hemos visto nosotros un impacto por el cierre federal. Los alimentos de la cadena de productos de Emergency Food Assistance Program o USDA, como le decimos aquí, que es gran parte del producto que nosotros entregamos, se va a ver reducido porque las compras están congeladas. Nosotros nos estamos viendo afectados. Hemos visto menos productos. Se espera que continúe así porque las compras que hacemos hoy las vamos a dejar de ver en diciembre. Pero estamos preparados para manejarlo con empleados federales”, mencionó.
“Ahora, si el problema del PAN se agrava, ni nosotros ni nadie está preparado para atender la cantidad de puertorriqueños que se verían impactados por esto. Son 43% de nuestra población, 8,000 familias. Eso no lo aguanta nadie”, añadió.
En esta ocasión, atendieron a 145 empleados del Negociado federal de Investigación (FBI); de ESCAPE Early Head Start de Gurabo 65; de la Base Ramey en Aguadilla 110; de la Agencia de Seguridad Nacional (Homeland Security) 70; del Fuerte Buchanan 120 y del Servicio de Rentas Internas (IRS) 308 para un total de 820.
Por su parte, el comisionado residente, Pablo José Hernández, que visitó las facilidades entiende que ya se acerca el momento de acabar el tranque.
“Yo creo que esta semana y la próxima van a ser determinantes en marcar el curso de lo que queda de este cierre de gobierno federal. Ya es el cierre más largo en la historia, ya esto está llegando a niveles insostenibles, y yo dudo mucho que el presidente Trump se niegue a negociar para la reapertura del gobierno, aún después de Acción de Gracia, o sea que yo espero que la presión de ver el efecto negativo que esto está teniendo sobre las familias en todos los Estados Unidos, ver el efecto negativo que está teniendo sobre el funcionamiento del gobierno y la economía de los Estados Unidos y tener conciencia de que se avecina el receso de Acción de Gracia, eso ponga suficiente presión para que de una vez y por todas culmine este cierre”, mencionó.
Los empleados que deseen la ayuda, deben comunicarse con los delegados de la unión o sus supervisores para ser incluidos en la lista. Las cajas de alimentos tienen aproximadamente dos semanas de comida como arroz, vegetales, habichuelas, habichuelas secas, leche, nueces, pistachos, peras y pasas.