La hija de una mujer de 80 años que murió tras ser abandonada por un crucero en una isla remota del Great Barrier Reef en Australia denunció este jueves un “fallo de cuidado y sentido común” por parte del operador de la embarcación.
El cuerpo de Suzanne Rees, de Nueva Gales del Sur, fue hallado el domingo en Lizard Island, después de que no regresara al Coral Adventurer tras realizar una excursión con otros pasajeros.
Su hija, Katherine Rees, explicó que su madre participaba en la primera parada de un crucero de 60 días por Australia, que había zarpado desde Cairns a principios de semana, y se había unido a un grupo que realizaba una caminata hasta el punto más alto de la isla, Cook’s Look, pero se separó del resto al necesitar descansar.
“Por lo poco que nos han contado, parece que hubo un fallo de cuidado y sentido común”, declaró Katherine Rees, que describió a su madre como una persona activa, saludable, aficionada a la jardinería y al senderismo.
Según la información policial, aquel día hacía mucho calor y Suzanne enfermó durante la subida a la colina. Fue instruida para descender sin compañía, y en algún momento la embarcación zarpó sin comprobar la lista de pasajeros, según relató su hija. “En algún momento de esa secuencia, o poco después, mi madre murió, sola”, añadió.
Katherine Rees expresó su esperanza de que una investigación coronial determine “qué debería haber hecho la compañía para salvar la vida de mi madre”.
La Australian Maritime Safety Authority (AMSA) dijo que investiga la muerte y que se reunirá con la tripulación del Coral Adventurer cuando el barco llegue al puerto de Darwin más adelante esta semana.
El Great Barrier Reef es el sistema de arrecifes de coral más grande del mundo, compuesto por más de 2,900 arrecifes individuales y 900 islas que se extienden a lo largo de más de 2,300 kilómetros sobre un área de aproximadamente 344,400 kilómetros cuadrados.