Mientras el Senado de Estados Unidos volvió a fracasar en la aprobación del proyecto republicano de financiación temporal, una jueza federal ordenó al gobierno detener los despidos de empleados federales durante el cierre del gobierno.
En la votación celebrada el miércoles, la propuesta fue rechazada con 51 votos en contra y 44 a favor. Los republicanos necesitaban 60 votos para avanzar con la medida que habría garantizado fondos al gobierno hasta finales de noviembre.
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En paralelo, la jueza federal Susan Illston, del distrito de San Francisco, California, ordenó a la administración del expresidente Donald Trump detener de inmediato los despidos de aproximadamente 4,100 empleados federales, al considerar la medida ilegal. Illston concedió una orden de emergencia solicitada por los sindicatos que representan a los trabajadores afectados, frenando los despidos iniciados el pasado viernes.
“A partir de este momento, la orden de restricción temporal está en vigor”, afirmó Illston, quien aclaró que la administración no podrá continuar con los despidos ni emitir nuevas notificaciones a los miembros de los sindicatos demandantes.
Los sindicatos denunciaron que el gobierno usó indebidamente la falta de financiamiento como justificación para los despidos. Illston, nombrada por el expresidente Bill Clinton, sostuvo que existe evidencia de que la administración “ha aprovechado la interrupción en el gasto y funcionamiento del gobierno para asumir que las leyes ya no se aplican”.