Tropas de la Guardia Nacional de Texas llegaron al área de Chicago, marcando una escalada en la intervención de la Administración de Donald Trump en la ciudad.
En las últimas semanas, Chicago ha visto un aumento en la aplicación de leyes de inmigración, así como enfrentamientos cada vez más violentos en el suburbio de Broadview, donde la policía ha utilizado gas lacrimógeno y gas pimienta contra manifestantes.
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El despliegue militar se produjo luego de que la jueza de distrito April Perry rechazara bloquear de manera inmediata la entrada de tropas, en medio de una demanda presentada por el estado de Illinois y la ciudad de Chicago contra las acciones de la administración federal.
El fiscal general de Illinois, Kwame Raoul, había interpuesto la demanda para impedir que Trump movilizara la Guardia Nacional del estado o enviara tropas de otros estados, como Texas, de manera “inmediata y permanente”. Tras la decisión de Perry, las tropas se movilizaron el lunes y se mantuvieron en la zona el martes, según reportaron medios como Chicago Tribune y New York Times.
El alcalde Brandon Johnson firmó una orden ejecutiva que prohíbe a los agentes de Immigration and Customs Enforcement (ICE) operar en propiedades de la ciudad, la tercera medida de este tipo desde que Trump anunció el despliegue. “La propiedad de la ciudad y los negocios privados no voluntarios ya no servirán como base para estas redadas. Nadie está por encima de la ley… si el Congreso no controla a esta administración, lo haremos nosotros”, declaró Johnson.
La Casa Blanca acusó al alcalde de “facilitar a criminales inmigrantes ilegales asesinos, violadores, traficantes y pandilleros”, según informó Newsweek.
Funcionarios de Illinois han condenado reiteradamente los planes de intervención federal. El gobernador J.B. Pritzker advirtió que “cualquier tipo de tropas en las calles de una ciudad estadounidense no tiene lugar, salvo una insurrección o una emergencia real” y se comprometió a “hacer todo lo posible para impedir que la administración Trump retire derechos y utilice al ejército para invadir estados”.
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Desde que se anunció la intervención, Johnson también ha denunciado la medida. Durante un mitin del Día del Trabajo, afirmó: “Vamos a defender nuestra democracia en la ciudad de Chicago. Vamos a proteger la humanidad de cada persona en la ciudad”.
El despliegue marca un nuevo capítulo en el enfrentamiento entre la administración federal y las autoridades locales de Illinois y Chicago, en medio de tensiones crecientes sobre el uso de fuerzas federales en asuntos de seguridad y migración.