Estudiantes de agricultura de Utuado, Puerto Rico, y de Latta en Oklahoma encontraron que la pasión por la agricultura puede unir experiencias a más de 2,000 millas de distancia.
A través de un programa de intercambio de la Future Farmers of America (FFA), los jóvenes trabajan juntos en campos, laboratorios y talleres, compartiendo conocimientos sobre cultivo de café, manejo de ganado y técnicas de soldadura mientras descubren nuevas culturas y formas de enseñanza.
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El maestro utuadeño Juan Jiménez comentó que los estudiantes puertorriqueños quedaron impactados con la estructura y los recursos de Oklahoma y cómo cada detalle estaba pensado para potenciar el aprendizaje.
Dijo que los estudiantes aprendieron a trabajar con ganado pesado y aplicar técnicas de soldadura complejas, y destacó que “ellos se dieron cuenta de cómo se combina la práctica con la teoría y cómo la disciplina influye en cada actividad, desde preparar el terreno hasta manejar herramientas especializadas, y eso les abrió la mente a posibilidades que no habían experimentado en Puerto Rico”.
Por su parte Seth Reeves, maestro en Oklahoma, destacó la pasión de los jóvenes puertorriqueños durante su visita a la isla y cómo su entusiasmo lo inspiró. Señaló que mientras exploraban los cafetales y los campos de plátanos, los estudiantes locales analizaban cada detalle con curiosidad y dedicación.
“Me impresionó la energía y el compromiso que tienen los estudiantes de Puerto Rico por aprender y mejorar continuamente. Cada actividad era una oportunidad para ellos de entender más, hacer preguntas y aplicar lo que aprendían de inmediato, y esa motivación me hizo reflexionar sobre cómo podemos cultivar esa misma pasión en nuestros estudiantes en Oklahoma”, dijo.

Durante la visita de los estudiantes de Oklahoma a Puerto Rico en marzo de 2024, participaron en la siembra de plátanos, exploraron laboratorios de investigación y conocieron la ciencia animal local. Jiménez destacó que la experiencia no se limitó a lo agrícola, sino que permitió a los jóvenes conocer la cultura y gastronomía puertorriqueña, y comprender la importancia de integrar conocimiento técnico con colaboración y respeto al medio ambiente.
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“Ellos no solo aprendieron sobre café o sobre cómo cuidar los animales, sino que vivieron la cultura de Puerto Rico, compartieron comidas, conversaron y entendieron que la agricultura está profundamente conectada con la comunidad y el territorio”, dijo.
El intercambio continuó en abril de 2025 cuando cuatro estudiantes puertorriqueños viajaron a Oklahoma junto a dos maestros. Allí exploraron graneros y ranchos, participaron en un programa de Olimpiadas de Agricultura y conocieron la estructura de la enseñanza agrícola estadounidense. Jiménez recordó que, aunque el grupo era reducido debido a limitaciones de apoyo institucional, la experiencia fue invaluable.
Dijo que “los estudiantes financiaron gran parte del viaje por su cuenta y cada momento fue un aprendizaje. Aprendieron a organizar proyectos, trabajar en equipo y aplicar conocimientos de manera práctica, y regresaron con un sentido de responsabilidad y confianza que nadie podría enseñar en un salón de clases”.
Reeves añadió que la diferencia más notable entre ambos grupos fue la intensidad y la pasión de los estudiantes puertorriqueños.
“Ellos viven la agricultura con una dedicación que se nota en todo lo que hacen. Mientras estábamos en los campos de plátanos y cafetales, me impresionó cómo cuestionaban cada proceso, cómo querían entender por qué se hacía de determinada manera y cómo se esforzaban por aplicar todo lo aprendido. Esa pasión por aprender y por mejorar constantemente es algo que inspira a cualquier educador”, comentó.
También destacó que los estudiantes estadounidenses aprendieron sobre el cuidado del suelo, prácticas agrícolas sostenibles y la importancia de la comunidad en proyectos educativos.
Además de las técnicas agrícolas, la FFA proporciona a los estudiantes herramientas de liderazgo, oratoria, servicio comunitario y preparación profesional, desarrollando habilidades para más de 350 carreras en negocios, ciencia, ingeniería, educación, comunicaciones y política.
Jiménez indicó que el programa permite a los jóvenes cultivar tanto habilidades técnicas como sociales y que “aprender a asumir responsabilidades, liderar proyectos y trabajar en equipo les ayuda a prepararse para su futuro profesional mientras fortalecen su carácter y compromiso con la comunidad”.
Los estudiantes de ambos capítulos esperan reencontrarse en la 98ª Convención y Expo Nacional de la Future Farmers of America en Indianápolis a finales de octubre, donde compartirán sus experiencias y reforzarán los lazos creados durante estos intercambios. Reeves adelantó que planea traer nuevamente estudiantes a Puerto Rico en marzo de 2026, mientras que los jóvenes puertorriqueños viajarán a Oklahoma en 2027, consolidando un programa que promete continuar durante muchos años.