Varias agencias gubernamentales, instituciones académicas y organizaciones civiles respaldaron el Proyecto del Senado 652, que busca enmendar la Ley 82-2023 sobre la Política Pública del Cuidado Informal en Puerto Rico y alinearla con la Ley federal RAISE Family Caregivers Act de 2017.
La medida establece mecanismos para ampliar la capacitación, apoyo emocional y reconocimiento legal de los cuidadores informales que atienden a personas mayores o con condiciones de dependencia sin recibir remuneración económica.
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La Administración de Servicios de Salud Mental y Contra la Adicción (ASSMCA) enfatizó que la responsabilidad del cuidado puede afectar física, emocional y socialmente a quienes lo ejercen.
La administradora, Dra. Catherine Oliver Franco, explicó que el “síndrome del cuidador quemado o burn-out” incluye síntomas de cansancio, irritabilidad, tristeza, aislamiento y desinterés por actividades previas, y resaltó que “encontrarnos conscientes de la importancia del autocuidado y de la educación para el cuidado y manejo del ser querido promovería bienestar para ambos”.
ASSMCA recomendó, entre otros aspectos, acceso a capacitación continua, servicios psicológicos, incentivos económicos, redes comunitarias de apoyo y programas preventivos de salud mental.
AARP Puerto Rico señaló que los cuidadores informales son la “espina dorsal del continuo de cuido en Puerto Rico”, dado que Medicaid y Medicare no cubren cuidados de larga duración. La organización indicó que, según una encuesta realizada en 2021, dos tercios de los mayores de 45 años han tenido experiencia en cuidado informal y uno de cada tres considera que lo brindará en el futuro.
Según José Acaron Rodríguez, representante de AARP, la medida “fortalece la Ley 82-2023 y armoniza sus disposiciones con la legislación federal, reconociendo al cuidador familiar y ofreciendo recursos de capacitación, flexibilidad laboral y herramientas para planificación financiera”.
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El Recinto de Ciencias Médicas (RCM) de la Universidad de Puerto Rico destacó que aproximadamente uno de cada cuatro puertorriqueños tiene más de 65 años y que “la carga para los cuidadores informales es extraordinaria, el 57,8% dedica más de 20 horas semanales al cuidado y un 41,2% dedica 40 horas o más”, según datos del Behavioral Risk Factor Surveillance System (BRFSS).
La rectora, Dra. Myrna Quiles Feliciano, indicó que el RCM propone reconocer a cuidadores de personas con condiciones severas de salud mental y del neurodesarrollo y crear la figura legal de “cuidador designado” para permitir participación en decisiones clínicas sin necesidad de tutoría formal. Además, recomendaron incluir salud oral, visitas domiciliarias por profesionales especializados y capacitación interdisciplinaria mínima de 20 horas para cuidadores formales.
El Departamento de Salud, a través del secretario interino Luis Olmedo Morales, manifestó que los cuidadores informales complementan y refuerzan el sistema de salud, asegurando atención continua y personalizada, y que la agencia colaborará con el Departamento de la Familia para atender las desigualdades que los afectan.
Olmedo Morales subrayó que es necesario contemplar la asignación de fondos recurrentes de aproximadamente 200,000 dólares para implementar la medida.