Las protestas en Nepal por la prohibición del acceso a las principales redes sociales, que derivaron en una ola de manifestaciones contra la corrupción y el Gobierno, han dejado ya 30 muertos y más de 1,000 heridos, según cifras oficiales.
En medio de la crisis política, la expresidenta del Tribunal Supremo, Sushila Karki, se perfila como la próxima primera ministra interina tras la dimisión de Sharma Oli.
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El Ministerio de Sanidad confirmó que al menos 1,033 personas han resultado heridas en los disturbios, que han obligado a imponer un toque de queda nacional y severas restricciones de movimiento.
De los lesionados, 55 fueron trasladados a otros hospitales, más de 700 recibieron el alta y otros 253 permanecen ingresados.
El Servicio Hospitalario Civil atendió a 436 pacientes, aunque colapsó por la magnitud de la emergencia, mientras que en el Centro Nacional de Trauma hay 161 hospitalizados y en el Hospital Everest otros 109. En total, 28 centros médicos han participado en la atención a los heridos.
En paralelo, los manifestantes eligieron a Sushila Karki, de 73 años, como candidata para encabezar un Gobierno interino.
La magistrada alcanzó un acuerdo con los líderes de las protestas tras más de cinco horas de negociación y declaró estar “preparada” para asumir el cargo. Su designación depende ahora de la aprobación del jefe del Ejército, Ashok Sigdel, con quien los negociadores ya se han reunido, informó el diario Jabarhub.