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Falta de agua en Corozal obliga a familias a reorganizar su vida diaria

Las interrupciones recurrentes en el suministro de agua en Corozal, presentes por más de 20 años, obligan a las familias a reorganizar su vida diaria. Vecinos recurrieron a cisternas, mientras la AAA implementa mejoras en la planta Negros.

Pedro Pierluisi visitó la Planta de Filtración Negros, en Corozal, durante su término como gobernador de Puerto Rico.
Pedro Pierluisi visitó la Planta de Filtración Negros, en Corozal, durante su término como gobernador de Puerto Rico. Los últimos dos gobernadores han visitado la planta.

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En Corozal, cocinar, lavar ropa o bañar a los hijos depende de si ese día llega el agua. Tras más de 20 años de interrupciones en el servicio, las familias han tenido que reorganizar su vida diaria y recurrir a cisternas para cubrir lo básico.

Kariana Ruiz, madre residente en Corozal, contó que cada corte obliga a cambiar horarios y depender de almacenamiento casero. “Cuando no hay agua, todo se detiene. Desde preparar la comida hasta la higiene de mis hijas, todo depende de que llegue el agua. Tenemos que racionarla y planificar cada gota”, explicó. Ruiz, además, cuida de su madre de edad avanzada, lo que aumenta la necesidad de tener agua disponible.

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En días de lluvia intensa, el problema se agrava. “Cuando llueve fuerte, a veces el agua no llega durante días. Tenemos que esperar a que el río baje para que la planta vuelva a funcionar”, relató. La incertidumbre constante, añadió, genera estrés en la vida familiar y laboral.

Problema histórico

El líder comunitario Ricardo Rodríguez recordó que la comunidad lleva más de dos décadas con interrupciones, especialmente cuando llueve fuerte o crece el río. Según este, los residentes han aprendido a depender de cisternas, pero esto no elimina los riesgos asociados a la falta de agua potable.

Rodríguez mencionó que el problema principal no siempre son las plantas, sino el personal que las opera. Como ejemplo, recordó la huelga de acueductos de 2004, cuando gerenciales mantuvieron el servicio activo por 60 días. También atribuyó la precariedad actual a cambios en la administración de las represas.

“En Corozal, la compañía que administra la represa y la planta son personas que no saben nada, no hacen su trabajo”, alegó.

Los problemas no se limitan a Corozal. En Morovis, municipio vecino, el ayuntamiento mantiene viva una demanda contra la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados (AAA) precisamente por los cortes constantes. Esto sugiere que el problema es regional y afecta a múltiples comunidades de la montaña. Metro intentó contactar al alcalde de Corozal, Luis “Luigi” García, pero no estuvo disponible para atender preguntas.

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Vecinos invierten en cisternas

Actualmente, los residentes reciben agua solo tres días por semana, con períodos que pueden extenderse hasta dos semanas sin servicio. En abril, un sector estuvo 21 días consecutivos sin agua.

Esta situación ha obligado a familias a invertir entre $3,000 y $3,500 en cisternas de 400 a 2,000 galones, con el fin de cubrir sus necesidades básicas. “Estamos recurriendo a eso porque no nos queda de otra”, lamentó Rodríguez.

Además, señaló la falta de comunicación de la administración. “No te contestan el teléfono, no te contestan los mensajes y si vas a reclamar, no saben de lo que estás hablando”, dijo.

Problemas técnicos en la planta Negros

Luis Ortiz Salgado, vicepresidente ejecutivo de operaciones de la AAA, explicó que las dificultades se concentran en la Planta de Filtración Negros, que depende de dos estaciones de bombeo de aguas crudas. Uno de los retos, dijo, es la inestabilidad del servicio eléctrico que alimenta las bombas.

“LUMA montó equipos para recolectar data técnica, para verificar si el problema es de ellos y cómo lo pueden resolver”, indicó.

Otro factor son las crecidas del río, que aumentan la turbidez del agua y arrastran arena o vegetación que obstruye las bombas. “En algunos casos, hay que esperar a que el río baje y limpiar con equipos pesados para reanudar la operación”, señaló.

Proyectos de mejoras

Para atender estos problemas, la AAA comenzó un proyecto de mejoras de capital de $7.6 millones que busca elevar los elementos eléctricos por encima del nivel de inundación, instalar sistemas hidráulicos de limpieza y aumentar la resiliencia de las bombas. El plan está 30 % completado y se proyecta culminar a finales de 2026.

Mientras tanto, se utilizan medidas temporales como generadores de electricidad y bombas de repuesto. “Hemos estado hasta una semana sin bombeo, pero ahora contamos con una bomba de repuesto para casos de emergencia”, dijo Ortiz Salgado.

El funcionario añadió que la coordinación con el municipio es constante y, en casos extremos, activan grupos de acarreo de agua potable.

Comunidad se organiza

Rodríguez advirtió que, aun con los proyectos, la comunidad seguirá necesitando planes propios. “Cisternas y almacenamiento son esenciales. La gente debe estar preparada porque los cortes pueden ocurrir aun con mejoras en la planta”, sostuvo.

Ruiz, por su parte, destacó que las familias han aprendido a reorganizar su vida diaria para enfrentar un problema que se ha convertido en parte de la cotidianidad en Corozal.

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