Las autoridades de la Franja de Gaza denunciaron este miércoles que al menos 315 personas han muerto por hambre desde el inicio de la ofensiva de Israel tras los ataques del 7 de octubre de 2023, incluidos diez fallecimientos por desnutrición en las últimas 24 horas.
El Ministerio de Sanidad del enclave, controlado por Hamás, detalló en Telegram que entre las víctimas más recientes hay dos niños y que el total de menores muertos por desnutrición asciende a 119. Señaló que las restricciones israelíes al ingreso de ayuda humanitaria han agravado la crisis alimentaria en el territorio costero.
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La oficina de prensa gazatí acusó a Israel de “provocar una hambruna”, denunciando que más del 95% de la población no recibe asistencia y que la escasez de ayuda supera el 86%. Afirmó que las autoridades israelíes mantienen cerrados todos los pasos fronterizos y bloquean la entrada de 430 tipos de alimentos, lo que limita incluso las operaciones de distribución y favorece el saqueo de suministros.
Según estas autoridades, en los últimos 30 días solo se permitió la entrada del 14% de los productos necesarios, mientras la población carece de ingresos para adquirir alimentos cuando están disponibles. Alertaron que la situación seguirá cobrando vidas, especialmente entre niños, enfermos y ancianos.
Las autoridades de Gaza insistieron en que Israel “socava” el trabajo de las organizaciones internacionales y restringe sus operaciones humanitarias, con el objetivo deliberado de afectar a los grupos más vulnerables. Volvieron a pedir a la comunidad internacional que adopte medidas inmediatas para presionar a Israel a abrir los pasos fronterizos y permitir el ingreso pleno de ayuda humanitaria.
La ofensiva israelí, desencadenada tras los ataques del 7 de octubre de 2023, ha dejado hasta ahora cerca de 62,900 palestinos muertos, según los datos de las autoridades gazatíes, en medio de denuncias internacionales sobre la actuación del Ejército israelí y la crisis alimentaria en el enclave.