El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) de Estados Unidos detuvo este lunes al salvadoreño Kilmar Ábrego García, con el objetivo de completar su deportación. El migrante es considerado un símbolo de las políticas migratorias de la Administración de Donald Trump.
Posteriormente, una jueza federal anunció que ordenará a las autoridades que mantengan a Kilmar Abrego García en Estados Unidos mientras evalúa una nueva impugnación legal contra los planes de la administración Trump de deportarlo rápidamente a Uganda.
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La jueza federal de distrito Paula Xinis declaró durante una breve audiencia el lunes por la tarde que planea extender la suspensión de la deportación de Abrego García para poder considerar con mayor profundidad si las autoridades están violando su derecho al debido proceso, incluyendo su deportación a Uganda incluso después de que él manifestara su temor a ser perseguido o torturado en el país africano.
Ábrego García había sido deportado por error a El Salvador y regresó a Estados Unidos por orden de los tribunales, lo que le permitió quedar en libertad el viernes pasado. No obstante, este lunes volvió a quedar bajo custodia.
La secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, confirmó el arresto en un mensaje en la red social X y acusó, sin pruebas, a Ábrego García de pertenecer a la Mara Salvatrucha, traficar con personas y abusar de menores. Afirmó que el presidente Trump no permitirá que un inmigrante ilegal continúe siendo una amenaza para los ciudadanos del país, aunque no especificó el destino de la deportación.
“Pase lo que pase hoy en mi cita con ICE, prométanme algo”, dijo Ábrego García en un acto junto a miembros de su familia, activistas de inmigración y líderes comunitarios antes de presentarse este lunes en las oficinas de la agencia. “Prométanme que seguirán orando, luchando, resistiendo y amando, no solo por mí, sino por todos”.
Por su parte, uno de sus abogados, Simon Sandoval-Moshenberg, declaró que las autoridades pretenden enviarlo a Uganda como una forma de castigo por haber defendido sus derechos constitucionales en los tribunales. Agregó que existe una alternativa más razonable, Costa Rica, donde su familia podría visitarlo, pero las autoridades insisten en enviarlo “al otro lado del mundo”.
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Lydia Walther-Rodríguez, directora de organización y liderazgo de CASA, el grupo que organizó la concentración frente a las oficinas de ICE este lunes, sostuvo que Ábrego García está siendo convertido en “un mártir por tener el valor de enfrentarse a las prácticas de deportación ilegales de esta Administración”.
“Están lanzando todo el aparato federal contra un padre de tres hijos para demostrar que nadie debe atreverse a desafiar su autoridad”, añadió en un comunicado.