La organización Desarrollo Regenerativo de Comunidades Caribeñas (CRCD) realizó ayer, miércoles, el primer monitoreo comunitario de calor extremo en el suroeste de Puerto Rico.
Más de 60 personas voluntarias recorrieron 11 rutas en distintos horarios, abarcando los municipios de Mayagüez, San Germán, Hormigueros, Cabo Rojo, Lajas y Sabana Grande. Con sensores especializados instalados en los vehículos, se recopilaron datos sobre temperatura y calidad del aire que serán analizados por expertos durante los próximos tres meses.
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La información permitirá identificar las islas de calor urbanas y desarrollar estrategias de mitigación que brinden alivio a las comunidades.
La jornada también incluyó talleres educativos, una siembra de árboles nativos y culminó con una presentación de plena en vivo.
“El gran interés que generó esta actividad demuestra que la gente quiere aprender sobre árboles, conservación y cómo enfrentar el problema del calor. Tenemos el deber de responder a ese llamado”, expresó Mariana Quiñones, directora ejecutiva de CRCD.
Para Yasiel Figueroa, gerente del proyecto U-TREE de la organización, el reto es precisamente “no dejar que los datos se queden en el papel y se generen acciones concretas que mejoren la calidad de vida de las comunidades más afectadas”.
Por su parte, Yohansen Herrera, uno de los voluntarios participantes, dijo que “la actividad fue espectacular. Me la disfruté desde que llegué por la madrugada hasta ahora por la tarde con la plena. Siento además que aporté a la solución del problema del calor en la isla”.
El monitoreo fue posible gracias a la colaboración con el Centro para el Monitoreo Colaborativo del Calor, del cual CRCD forma parte como uno de los 11 socios científicos comunitarios seleccionados en todo Estados Unidos.