Ya se encuentra en marcha la campaña “El Límite de Velocidad Es la Ley”, una movilización de alta visibilidad dirigida a fiscalizar y concienciar sobre los peligros del exceso de velocidad en las carreteras de Puerto Rico.
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Esta iniciativa, que se extiende hasta el 31 de julio de 2025, es liderada por la Comisión para la Seguridad en el Tránsito (CST) en conjunto con la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras (NHTSA), y cuenta con el apoyo de la Policía de Puerto Rico y diversas policías municipales.
Para fortalecer este esfuerzo, la CST aprobó una asignación de más de $357 mil dólares en fondos federales, mediante el Acuerdo de Subvención Federal del Año Fiscal 2025.
El presupuesto permitió ampliar la cobertura de la campaña y aumentar la participación municipal. Este año, la inversión reflejó un incremento de poco más de $72 mil dólares con respecto al año anterior, e incluyó la incorporación de la policía municipal al esfuerzo interagencial.
La movilización se está llevando a cabo en seis regiones principales del país: metropolitana, norte, sur, central, este y oeste, donde se han intensificado las intervenciones mediante patrullaje estratégico, controles de velocidad y presencia visible en zonas de alto riesgo.
José “Memo” González, director ejecutivo de la CST, expresó: “Con esta inversión y una mayor coordinación entre agencias, estamos fortaleciendo nuestras acciones de prevención y cumplimiento. Intervenir es salvar vidas”.
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El exceso de velocidad continúa siendo una de las principales causas de fatalidades en las carreteras en Puerto Rico. Durante el pasado año se registraron 288 fatalidades en incidentes de tránsito, de las cuales 76 fueron por velocidad en autos y 25 corresponden a motociclistas que también excedían los límites de velocidad.
De estas muertes, 64 fueron hombres y 12 mujeres; 8 de las tenían entre 15 y 20 años. Estas cifras reflejan una preocupante realidad que exige acción inmediata y sostenida por parte del Estado y la ciudadanía.
Aunque a nivel nacional se ha observado una leve disminución en las muertes por exceso de velocidad, los jóvenes y motociclistas siguen siendo los grupos más vulnerables.
Según la NHTSA, el 88% de las fatalidades por velocidad ocurren en carreteras locales y vías secundarias, donde los riesgos son mayores debido al entorno urbano, zonas escolares y presencia de peatones.
Ramón Castrillón V., coordinador del Programa de Velocidad, Agresividad y Motora de la CST, explicó: “La intervención no es solo un tema de multas. Es una herramienta para proteger y reducir tragedias que pueden evitarse”.
“Evaluamos la capacidad operativa de cada región y asignamos los fondos estratégicamente para lograr el mayor impacto posible en la seguridad vial”, agregó.
La CST recalca que los límites de velocidad no son sugerencias, sino leyes diseñadas para proteger vidas. Conducir a exceso de velocidad disminuye el tiempo de reacción, limita la capacidad de maniobra y aumenta significativamente la gravedad de un accidente.
Esta campaña busca hacer cumplir la ley, pero también promover un cambio de actitud en los conductores.
“Obedecer el límite de velocidad es cumplir la ley, por lo tanto es un acto de responsabilidad y respeto a la vida. Esta campaña sigue activa y las autoridades continuarán vigilantes en todo Puerto Rico”, concluyó González.
Para más información sobre la campaña y recursos educativos sobre conducción segura, puede visitar: www.cst.pr.gov.