El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se comprometió a atender la situación que atraviesan miles de afganos refugiados en Emiratos Árabes Unidos desde que las fuerzas estadounidenses abandonaron Afganistán.
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Aunque los talibán aseguraron que no iban a tomar represalias contra estos colaboradores, entre las organizaciones humanitarias y en la diáspora afgana reina desde hace años una desconfianza sobre la palabra de los fundamentalistas, acusados desde su retorno al poder de discriminar a las minorías y a las comunidades más vulnerables.
En marzo de este año, la ONG Human Rights Watch (HRW), especializada en el seguimiento de los Derechos Humanos en el mundo, denunció que las autoridades de Emiratos Árabes Unidos habían detenido arbitrariamente a entre 2.400 y 2.700 afganos durante más de 15 meses en la “Ciudad Humanitaria de los Emiratos”, un centro logístico humanitario en Abu Dabi, donde malviven en “condiciones miserables”.
Emiratos, en respuesta al informe, afirmaron que siguen comprometidos con la “seguridad y dignidad” de los refugiados.
“Voy a intentar salvarlos, a partir de ahora mismo”, declaró el presidente estadoundiense a través de un mensaje publicado en su plataforma Truth Social.
Emiratos y Estados Unidos acordaron en 2021 albergar temporalmente a miles de afganos evacuados de Kabul.
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Canadá acordó en 2022 reasentar a unos 1.000 afganos que aún se encontraban retenidos en los Emiratos Árabes Unidos tras una solicitud estadounidense.
Se desconoce cuántos permanecen en el país del Golfo.
