El Gobierno del primer ministro británico, Keir Starmer, presentó este jueves un proyecto de ley para reducir de 18 a 16 años la edad mínima para votar en elecciones generales, una medida que ahora deberá debatirse en el Parlamento.
La viceprimera ministra, Angela Rayner, defendió la reforma señalando que “no se puede dar por sentada la democracia” y que el objetivo es fortalecer las instituciones del país. “Protegemos nuestras elecciones del abuso e impulsamos la participación”, afirmó en un comunicado.
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La medida permitiría que los jóvenes de 16 y 17 años, quienes “ya contribuyen a la sociedad trabajando, pagando impuestos y sirviendo en el Ejército”, puedan votar en las elecciones generales previstas para 2029. En Escocia y Gales, los jóvenes de esa edad ya pueden votar en elecciones locales.
El plan también contempla ampliar los métodos de identificación permitidos al votar. Los ciudadanos podrían utilizar tarjetas bancarias para registrarse en los colegios electorales, y se introducirá un certificado digital con el fin de agilizar el proceso.
La propuesta incluye cambios para aumentar la transparencia y la rendición de cuentas en el sistema electoral. Entre ellos, el Gobierno impondría controles más estrictos sobre las donaciones superiores a 500 libras (alrededor de $570), como forma de prevenir injerencias extranjeras.
La Comisión Electoral obtendría nuevas facultades para sancionar infracciones de financiamiento con multas de hasta 500,000 libras (unos $570,900), y se aplicarían castigos más severos contra quienes agredan a activistas electorales.
El derecho al voto a los 16 años fue una promesa de campaña de Starmer. El último cambio de este tipo en Reino Unido ocurrió en 1969, cuando se redujo la edad mínima de 21 a 18 años. Actualmente, países como Grecia y Austria ya permiten votar desde los 16.
