El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, afirmó que su antiguo aliado Elon Musk está “enfadado” por la eliminación de los incentivos federales para los autos eléctricos, y le advirtió que “puede perder mucho más” si continúa la actual política energética. Trump fue más allá e insinuó que el magnate sudafricano podría incluso ser expulsado del país.
“Elon está furioso porque se acabaron las subvenciones que beneficiaban a sus negocios. Pero si no se alinea, puede perder mucho más, incluso su estatus en Estados Unidos”, declaró Trump durante un mitin en Michigan, uno de los estados clave para la industria automotriz.
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El expresidente hizo estas declaraciones apenas días después de que su administración eliminara un conjunto de incentivos fiscales que favorecían la compra de vehículos eléctricos, una medida que ha generado fuertes críticas desde el sector tecnológico. Musk, director ejecutivo de Tesla y SpaceX, ha sido uno de los principales beneficiarios de esas políticas en el pasado.
Trump también cuestionó el papel de Musk en sectores estratégicos como la defensa y el transporte aeroespacial, insinuando que el empresario debería “recordar quién le permitió prosperar en este país”.
Aunque Musk no respondió de inmediato a las declaraciones, en semanas recientes ha expresado su frustración con la creciente regulación y la pérdida de beneficios fiscales que afectan directamente a Tesla.
La tensión marca un quiebre en una relación que en el pasado fue funcional: Musk había sido consultado por Trump en asuntos tecnológicos y económicos durante su primer mandato. Ahora, el distanciamiento podría tener consecuencias tanto para los negocios del multimillonario como para el rumbo de la política industrial estadounidense.