Al menos 15 personas murieron y más de 170 resultaron heridas este martes como consecuencia de un nuevo ataque que lanzaron las fuerzas rusas sobre la ciudad de Dnipró, en la zona central de Ucrania, a orillas del río Dniéper.
El gobernador de Dnipropetrovsk, Serhi Lisak, informó que los ataques dejaron 15 muertos y 174 heridos, de los cuales casi un centenar permanecen hospitalizados, en Dnipró y Samar. También agradeció los grandes esfuerzos de los equipos de rescate.
Lisak advirtió que las cifras de afectados “aumentan constantemente”, aunque destacó que gracias a que “muchas” de las personas que estaban en el lugar del ataque lograron refugiarse a tiempo, “se salvaron decenas de vidas”.
Desde la cumbre de la OTAN en La Haya, el presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, reaccionó a través de sus redes sociales, donde volvió a insistir a sus socios en la necesidad de ejercer mayor presión económica sobre Moscú. “Es otro golpe ruso a la vida”, lamentó.
“Rusia no puede producir misiles balísticos sin componentes de otros países, no puede fabricar cientos de otros tipos de armas (...) por eso es importante limitar al máximo las intrigas que unen a Rusia con sus cómplices”, afirmó Zelensky, quien pidió reforzar aún más las sanciones.
“Rusia sabe claramente por qué continúa la guerra, y es un desprecio por la vida y un intento de exterminar a nuestra gente. Esta no es una lucha en la que sea difícil elegir un bando. Estar con Ucrania significa proteger la vida”, sostuvo.
Por su parte, el alcalde de la ciudad, Boris Filatov, detalló que los ataques afectaron a una veintena de centros educativos, varios hospitales e instituciones médicas, y un tren que cubría el trayecto de Odesa a Zaporiyia, en el que viajaban “más de 500 pasajeros”, según reveló Zelensky.
“Cinco vagones quedaron aplastados. No hubo víctimas. Todos los heridos recibieron asistencia”, detalló el presidente ucraniano.
El ministro de Asuntos Exteriores de Ucrania, Andri Sibiga, también se pronunció en redes sociales antes de que Zelensky tomara la palabra en La Haya para reclamar a los aliados medidas más contundentes.
“Rusia envió un mensaje de terror y de rechazo a la paz, mientras los líderes se reúnen en La Haya para la cumbre de la OTAN”, escribió en X.
“Es una cuestión de credibilidad que los aliados incrementen la presión sobre Moscú”, afirmó Sibiga, quien pidió a la OTAN y la UE que a lo largo de esta semana muestren que sus decisiones tienen la “fuerza” que requiere esta situación.