En medio de un repunte en los arrestos de inmigrantes en Puerto Rico, organizaciones que apoyan a mujeres extranjeras denuncian un clima creciente de miedo e incertidumbre, especialmente entre familias dominicanas, el grupo más afectado por las recientes intervenciones federales.
Romelinda Grullón, directora del Centro de la Mujer Dominicana, indicó que aunque, hasta ahora, no han registrado casos confirmados de menores separados de sus madres, la preocupación es constante. “Llaman con mucho miedo. Hay una incertidumbre muy fuerte porque no se sabe qué va a pasar”, expresó. Según Grullón,mujeres han dejado de salir de sus hogares o asistir al trabajo por temor a ser arrestadas.
Hasta este lunes, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) había realizado 650 arrestos de inmigrantes en la isla, de los cuales 561 fueron de carácter administrativo y 89 criminales. Del total, 578 eran hombres y 72 mujeres. La mayoría de los detenidos son de nacionalidad dominicana (481), seguidos por haitianos (43), venezolanos (23) y mexicanos (15), entre otros.
Proceso caótico
La abogada en derechos civiles Mayte Bayolo confirmó que arrestos están ocurriendo en residencias y lugares de trabajo. “Yo misma he tenido que buscar clientes porque no te dicen dónde los tienen detenidos. A veces, están en San Patricio, a veces en Salinas, a veces se los llevan a Miami o Luisiana”, detalló.
Bayolo ha trabajado casos de inmigrantes casados con ciudadanos estadounidenses y con hijos nacidos en Puerto Rico que han sido detenidos sin considerar sus vínculos familiares ni su tiempo de residencia en la isla. “Muchos llevan 15 años en Puerto Rico, tienen negocios, están establecidos, pero los procesos siguen siendo lamentables”, dijo. También lamentó la falta de un esfuerzo por parte del gobierno para atender a los menores que podrían quedar en desamparo.
Asimismo, criticó el intercambio de información entre el Departamento de Transportación y Obras Públicas (DTOP) y el ICE, el cual permite a las autoridades federales acceder a direcciones asociadas a licencias de conducir. “Eso ha facilitado los arrestos”, afirmó.
Arrestos en tribunales de inmigración: un nuevo precedente
Una de las mayores preocupaciones recientes es la detención de inmigrantes durante sus citas en la corte de inmigración en Guaynabo. Según la abogada Viviana Díaz Saviñón, al menos diez personas fueron arrestadas el martes mientras acudían a audiencias. “Es la primera vez que vemos este tipo de operativo en la isla. Algunos estaban solicitando remedios migratorios cuando fueron detenidos”, explicó. Esta práctica se había reportados en cortes de inmigración en Estados Unidos continental.
Díaz Saviñón advirtió que esta forma de proceder afecta tanto a personas sin estatus como a residentes permanentes en procesos de remoción, lo que agrava el clima de desconfianza. “La corte, muchas veces, es la última puerta legal que tienen para quedarse en el país”, explicó.
Temor frena acceso a servicios médicos
El doctor Carlos Díaz Vélez, presidente del Colegio de Médicos Cirujanos de Puerto Rico, confirmó que la amenaza de arrestos también ha tenido consecuencias en el sistema de salud. “Hemos recibido reportes de médicos cuyos pacientes dejaron de asistir a sus citas por miedo a ser detenidos”, aseguró.
El Colegio, junto a la organización de derechos civiles Cruz Azul, ha implementado protocolos que incluyen visitas domiciliarias y distribución de medicamentos para condiciones crónicas como hipertensión y diabetes. Al momento, han atendido a ocho personas en sus hogares.
Además, se han comenzado a activar equipos de apoyo psicológico y psiquiátrico para atender la ansiedad y estrés causados por este ambiente de hostilidad.
Díaz Vélez aclaró que no se han registrado arrestos en hospitales o laboratorios, y que se ha solicitado que estos espacios sean considerados zonas protegidas.
Impacto indirecto en la construcción
A pesar de informes sobre operativos migratorios en proyectos de construcción en hoteles y otros espacios en la zona metropolitana, líderes de la industria sostienen que no ha habido una interrupción en esa actividad económica. El sector de la construcción es una de las industrias más dependientes de la mano de obra inmigrante. Aunque no se habla de un efecto directo, el presidente de la Asociación de Constructores de Puerto Rico, Agustín Rojo Montilla, reiteró que “la industria viene experimentando una escasez de mano de obra desde hace varios años” y estimó que faltan unas 20,000 personas para atender la demanda actual.
Mientras, el presidente del Capítulo de Puerto Rico de la Asociación de Contratistas Generales de América, el ingeniero José Torrens, instó a las compañías a asegurarse de que sus trabajadores cuenten con la documentación requerida. “Esperamos que a nivel federal se logren acuerdos para asegurar una fuerza laboral adecuada”, puntualizó.