El senador Alex Padilla, demócrata por California, fue expulsado por la fuerza y brevemente detenido el jueves durante una conferencia de prensa encabezada por la secretaria del Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés), Kristi Noem, en medio de protestas crecientes contra las políticas migratorias del presidente Donald Trump.
El incidente ocurrió cuando Padilla intentó interpelar públicamente a la secretaria Noem en un edificio federal de Los Ángeles. “Soy el senador Alex Padilla. Tengo preguntas para la secretaria”, dijo el legislador antes de que varios hombres vestidos de civil lo empujaran fuera de la sala. En un video compartido por su oficina y confirmado por NBC News, se ve al senador siendo reducido en el pasillo, empujado de cara al suelo y esposado por agentes que portaban chalecos con insignias del FBI.
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De acuerdo con su equipo, Padilla se encontraba en el edificio como parte de una labor de supervisión legislativa sobre operaciones gubernamentales en California. “Estaba allí para recibir un informe con el general Guillot y escuchaba la conferencia de la secretaria Noem”, explicó su oficina. “Intentó hacerle una pregunta y fue expulsado por agentes federales, forzado al suelo y esposado. Ya no está detenido y estamos trabajando para obtener más información”.
El DHS no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios.
La visita de Noem a Los Ángeles coincidió con manifestaciones multitudinarias en todo el país en rechazo a las medidas migratorias del presidente Trump, incluyendo operaciones intensificadas de ICE (Servicio de Inmigración y Control de Aduanas) en la región. La tensión aumentó esta semana luego de que la Casa Blanca desplegara tropas de la Guardia Nacional y marines en la ciudad.
El incidente generó una rápida ola de condena en Washington. El líder de la minoría del Senado, Chuck Schumer (D-N.Y.), calificó el hecho de “repugnante” desde el pleno del Senado. “Lo que acabo de ver me revolvió el estómago. El trato a un senador de Estados Unidos exige respuestas inmediatas sobre qué demonios ocurrió”, declaró.
Por su parte, el senador Adam Schiff (D-Calif.) expresó en X (antes Twitter): “La conducta vergonzosa y abusiva de los agentes del DHS contra el senador Padilla exige condena. Él no será silenciado ni intimidado. Estoy con Alex”.
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El gobernador de California, Gavin Newsom, también reaccionó enérgicamente: “Alex Padilla es una de las personas más decentes que conozco. Esto es escandaloso, dictatorial y vergonzoso. Trump y sus tropas de choque están fuera de control. Esto debe terminar ya”.
El Caucus Hispano del Congreso, del cual Padilla forma parte, calificó el episodio como “inaceptable” y exigió una investigación completa y consecuencias para los responsables.
Este no es un caso aislado. En las últimas semanas, varios funcionarios electos demócratas han sido arrestados en incidentes vinculados a protestas o supervisión de políticas migratorias. El mes pasado, el alcalde de Newark, Ras Baraka, fue detenido por presuntamente entrar sin autorización a una instalación de ICE; aunque los cargos fueron desestimados, ahora enfrenta un litigio contra funcionarios federales. Asimismo, la representante LaMonica McIver (D-N.J.) fue acusada esta semana por un altercado similar.
En medio de esta creciente confrontación política, el “zar fronterizo” de Trump, Tom Homan, incluso ha insinuado que Newsom y la alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, también podrían enfrentar arrestos.
