Las tensiones entre Irán, Estados Unidos e Israel han escalado rápidamente tras el deterioro de las negociaciones nucleares entre Teherán y Washington, lo que ha provocado una cadena de reacciones militares y diplomáticas en la región.
El jueves, Irán anunció maniobras militares a gran escala en distintas partes del país, al tiempo que Estados Unidos ordenó la retirada de parte de su personal diplomático y militar de zonas sensibles en Medio Oriente.
El jefe del Estado Mayor del Ejército iraní, Mohamad Bagheri, anunció que los ejercicios buscan “mejorar las capacidades de defensa y contención” del país frente al clima actual, marcado por “movimientos de los adversarios” en la región. Las maniobras, fuera del calendario militar regular, coinciden con un recrudecimiento del discurso tanto en Teherán como en Washington.
El detonante más reciente de esta escalada ha sido el enfriamiento abrupto de las conversaciones nucleares que ambas partes venían manteniendo —principalmente de forma indirecta— y que hasta hace pocas semanas eran descritas por diplomáticos como “positivas” y “respetuosas”. Ahora, el presidente estadounidense Donald Trump ha adoptado un tono marcadamente más negativo, afirmando: “Estoy menos confiado ahora que hace un par de meses. Ellos [Irán] están demorando”, según dijo en una entrevista con el New York Post.
Trump, que había manifestado interés en alcanzar un acuerdo que supere el fracaso del anterior gobierno de Biden en este ámbito, también anunció la retirada de tropas y personal no esencial de las embajadas estadounidenses en Bagdad, Kuwait y Bahréin. “Se están retirando porque puede volverse un lugar peligroso… hemos dado aviso para salir”, declaró el mandatario a la prensa el miércoles.
Por su parte, Irán ha acusado a Estados Unidos de falta de seriedad en las negociaciones y de no respetar su derecho a enriquecer uranio con fines pacíficos, mientras el país lidia con una economía severamente afectada por las sanciones internacionales.
A la par de las maniobras militares anunciadas este jueves, el comandante en jefe de la Guardia Revolucionaria, Hosein Salami, aseguró que el país está preparado para una “guerra a cualquier nivel” en caso de agresión.
Mientras los precios del petróleo reaccionan al alza por el temor a un conflicto regional, la comunidad internacional observa con creciente preocupación la posibilidad de que el colapso de las negociaciones nucleares derive en un nuevo ciclo de confrontación abierta en Oriente Medio.