Luego de que salieran a la luz donaciones del empresario Jared Isaacman a figuras del Partido Demócrata, se anunció que Casa Blanca retirará su nominación como nuevo director de la NASA.
Según reportaron este sábado varios medios estadounidenses, incluido The New York Times.
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Isaacman, un estrecho colaborador del magnate Elon Musk, había sido respaldado por un comité del Senado y su designación estaba lista para ser evaluada en el pleno esta semana. No obstante, el presidente Donald Trump decidió apartarlo del cargo tras enterarse de los vínculos financieros del nominado con políticos demócratas.
Aunque la administración aún no ha hecho oficial la decisión, esta llega tan solo un día después de que Musk anunciara su salida formal del Gobierno republicano.
Con 42 años, Jared Isaacman es fundador de Draken International, una empresa que ofrece servicios aéreos al sector militar, y de Shift4 Payments, un procesador de pagos del que también es director ejecutivo. De acuerdo con la revista Forbes, cuenta con una fortuna estimada en 1,300 millones de dólares.
En septiembre pasado, hizo historia como el primer astronauta privado en realizar un paseo espacial, tras salir exitosamente de la cápsula Dragon de SpaceX a 700 kilómetros de la Tierra. Además, fue comandante de Polaris Dawn, la primera misión del programa Polaris, desarrollado por la compañía de Musk, SpaceX.
Pérdida de terreno para SpaceX
La salida de Isaacman del proceso de confirmación representa un revés para la influencia de Elon Musk en la administración Trump. SpaceX, la empresa aeroespacial del multimillonario, ha sido beneficiaria de más de 20,000 millones de dólares en contratos federales con la NASA durante la última década. Entre sus funciones se encuentran el lanzamiento de satélites y la provisión de servicios de comunicación satelital mediante Starlink, una tecnología utilizada por el Departamento de Defensa.
Durante su comparecencia ante el Congreso, Isaacman había señalado su intención de reorientar la agenda de la NASA hacia misiones tripuladas a Marte, en lugar de continuar con los planes de exploración lunar, una visión alineada con los objetivos estratégicos de SpaceX. Con su salida, el futuro enfoque de la agencia espacial podría quedar nuevamente en manos de una visión más tradicional.
