Las negociaciones entre la fiscalía federal y los abogados de la exgobernadora de Puerto Rico Wanda Vázquez Garced y sus coacusados, el banquero, Julio Herrera Velutini y el ex-agente federal, Mark T. Rossini, cobraron impulso ayer cuando hubo una reunión en Washington DC con el objetivo de alcanzar un acuerdo que evite ir a juicio.
Según un informe conjunto presentado hoy 30 de mayo de 2025 ante el Tribunal de Estados Unidos para el Distrito de Puerto Rico, las partes sostuvieron una reunión que describieron como “productiva” en Washington D.C. con altos funcionarios del Departamento de Justicia. El documento indica que las discusiones continuarán en los próximos días.
Ante este nuevo escenario, las partes solicitaron a la jueza federal Silvia Carreño Coll que se convoque una vista de estatus por videoconferencia para el 9 de junio, con el fin de informar al tribunal sobre el progreso de las negociaciones y discutir los próximos pasos.
En paralelo, la fiscalía federal solicitó al tribunal una extensión hasta el 18 de junio para responder a dos mociones presentadas por la defensa de Herrera Velutini relacionadas con información clasificada bajo la Ley de Procedimientos de Información Clasificada (CIPA). La fiscalía explicó que, debido a las restricciones logísticas asociadas con el manejo de documentos clasificados, no pudo revisar las mociones hasta el 28 de mayo. La defensa de Herrera no se opone a la solicitud de extensión.
Contexto del caso
Vázquez Garced enfrenta cargos por presuntamente aceptar un soborno del banquero Herrera Velutini a cambio de influir en la designación del comisionado de instituciones financieras durante su campaña primarista en búsqueda de la reelección en 2020. El juicio está programado para el 25 de agosto, pero las recientes negociaciones podrían modificar el calendario.
Herrera Velutini enfrenta a su vez un proceso separado por otro supuesto complot para intentar detener la pesquisa a través de aportaciones a la campaña del exgobernador Pedro Pierluisi.
En el 2024, Herrera Velutini añadió a su ya reconocido grupo de defensa a Robert Joseph “Bob” Eatinger, un exfuncionario de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y a un abogado del expresidente Donald Trump.
