Una jueza emitió una orden de restricción temporal que bloquea el plan de la administración Trump de despojar a la Universidad de Harvard de su capacidad para matricular estudiantes extranjeros.
El fallo se produjo después de que Harvard presentara una demanda, la última escalada de la disputa entre la Casa Blanca y una de las instituciones más prestigiosas de Estados Unidos.
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Tras la decisión de revocación de la administración el jueves, la universidad afirmó que la acción constituía una “flagrante violación” de la ley y del derecho a la libertad de expresión.
La administración Trump afirma que Harvard no ha hecho lo suficiente para combatir el antisemitismo ni cambiar sus prácticas de contratación y admisión, acusaciones que la universidad ha negado rotundamente.
La jueza federal de distrito Allison Burroughs emitió una orden de restricción temporal en un breve fallo emitido el viernes.
La demanda fue presentada específicamente contra la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem; el director en funciones del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE), Todd Lyons; la fiscal general de EEUU, Pam Bondi, y el secretario de Estado y asesor de Seguridad Nacional en funciones, Marco Rubio, según ha anunciado Harvard en un comunicado.
Como resultado de la decisión de la Administración Trump, la institución educativa no podría tener estudiantes extranjeros durante el curso académico 2025-2026 y tendrían que ser trasladados a otra universidad “o perderán su estatus legal”. Para recuperar el certificado antes del próximo año académico, Harvard “debe proporcionar toda la información requerida en menos de 72 horas”.
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Tras asegurar que siempre ha respondido a las peticiones “como lo exige la ley”, la Universidad de Harvard solicitó el viernes a un tribunal del distrito de Massachusetts que declarara la inconstitucionalidad de la orden de la Administración Trump al representar una violación de la Primera Enmienda y de la cláusula del debido proceso legal, y avisa de que continuará sus acciones legales con la presentación de una moción para suspender temporalmente la orden de la Casa Blanca.
Acompañando al texto de la demanda, el presidente de la Universidad de Harvard, Alan Garber, denunció una acción “ilegal e injustificada” de la Administración Trump, que pone el peligro “el futuro de miles de estudiantes” y sirve de “aviso para incontables” alumnos y profesores “de universidades de todo el país”.
“A todos los afectados por la medida de ayer: son miembros vitales de nuestra comunidad, y los respaldaremos mientras hacemos todo lo posible para garantizar que Harvard sigue abierta al mundo”, concluye el comunicado.