Las primeras investigaciones sobre el accidente del buque escuela Cuauhtémoc indican que la nave podría haberse quedado sin energía tras zarpar, lo que provocó su deriva hacia el puente; sin embargo, este lunes las autoridades estadounidenses subrayaron que aún no es posible hacer conclusiones.
“Estamos comenzando a recopilar información. No vamos a especular”, explicó Michael Graham, portavoz de los investigadores, en conferencia de prensa desde Nueva York.
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No obstante, Graham sí confirmó que a las 20:24 horas (hora local) se emitió una primera llamada de asistencia, seguida de otras dos en cuestión de segundos, y a las 20:24:45, el mástil principal del Cuauhtémoc colisionó con la parte inferior del puente de Brooklyn.
Según Brian Young, jefe de investigación de la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte de Estados Unidos (NTSB, por sus siglas en inglés), el buque había zarpado a las 20:20 con apoyo de un remolcador, con la intención de dirigirse al mar, vía el río East.
Sin embargo, la velocidad de la corriente, inicialmente de tres nudos, se duplicó repentinamente a seis nudos, empujando al velero en reversa hacia el puente.
Videos captados por testigos muestran el momento en que los mástiles del buque —de más de 48 metros de altura— colisionaron contra la estructura del puente mientras unos tripulantes colgaban de las velas.
El vocero de la NTSB adelantó que la investigación podría demorar entre 12 y 24 meses y precisó que se desplegó un equipo multidisciplinario con expertos en ingeniería naval, operaciones náuticas y estructuras de puentes, que comenzó a llegar desde el domingo.
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También en su conferencia matutina, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, pidió cautela y adelantó que el lamentable suceso “fue un accidente. Hay dos personas fallecidas y lo que tenemos que hacer es solidarizarnos y esperar a conocer las causas”.
¿Qué falló?
Uno de los principales cuestionamientos es el papel de los remolcadores, pues según regulaciones de la Guardia Costera de Estados Unidos, toda embarcación extranjera como el Cuauhtémoc debe contar con un remolcador de escolta.
Aunque se confirmó que el buque contaba con uno al momento de zarpar, no está claro por qué no recibió la asistencia necesaria cuando empezó a ser arrastrado por la corriente.
La investigación también evaluará el estado de los motores del buque, las condiciones del clima y las decisiones operativas tomadas por la tripulación, algunos expertos sugieren que los vientos del noreste y la corriente del río East pudieron haber influido en el accidente.
Situación actual del buque
Por lo pronto, Cuauhtémoc, conocido como el “Caballero de los Mares”, permanece atracado junto a un muelle cercano al puente, y se espera que sea trasladado a un astillero en los próximos días; sin embargo, el movimiento está condicionado a asegurar los mástiles colapsados, cuyas estructuras están enredadas con cables.
La Secretaría de Marina de México informó que 177 tripulantes ya regresaron el domingo al país, mientras que cerca de 100 permanecen en Estados Unidos, incluyendo algunos de los heridos que siguen hospitalizados.
“El Cuauhtémoc representa el espíritu de buena voluntad de México en el mundo”, dijo el secretario de Marina, Raymundo Pedro Morales Ángeles. “Seguiremos colaborando con total transparencia y responsabilidad para esclarecer este trágico suceso”.
Dos vidas truncadas
Las víctimas mortales fueron identificadas como América Yamilet Sánchez, de 20 años, y Adal Jair Maldonado Marcos, de 23, ambos cadetes de la Armada de México.
América, originaria de Veracruz, soñaba con ser ingeniera naval. “Era una guerrera que nunca se rendía”, declaró su madre, Rocío Hernández, entre lágrimas frente a un altar improvisado en honor a su hija.
En San Mateo del Mar, Oaxaca, familiares y amigos despidieron a Adal Jair, quien siempre aspiró a seguir los pasos de su padre como marino. “El mar lo vio nacer y fue testigo de su muerte”, expresó un amigo cercano.