Este 7 de mayo de 2025, la Iglesia Católica inició el cónclave para elegir al sucesor del Papa Francisco. Los 133 cardenales electores, menores de 80 años, están sujetos a estrictas normas de aislamiento y confidencialidad durante todo el proceso, con sanciones severas en caso de incumplimiento.
Prohibiciones durante el cónclave
Los cardenales deben permanecer completamente incomunicados del mundo exterior. Está prohibido el uso de teléfonos móviles, internet, redes sociales, correo electrónico y cualquier medio de comunicación.
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Además, no pueden grabar, fotografiar ni divulgar información relacionada con las votaciones o deliberaciones internas .
Estas restricciones se extienden al personal auxiliar, incluyendo médicos, cocineros y conductores, quienes también deben prestar juramento de confidencialidad.
Sanciones por incumplimiento
La violación del secreto del cónclave conlleva la excomunión automática (latae sententiae), según lo establecido en la Constitución Apostólica Universi Dominici Gregis y el Código de Derecho Canónico . Esta sanción aplica tanto a los cardenales como al personal auxiliar que infrinja las normas de confidencialidad.
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Estas medidas buscan garantizar un ambiente de discernimiento libre de presiones externas, permitiendo que la elección del nuevo Papa se base exclusivamente en criterios espirituales y pastorales.
El cónclave se desarrolla en la Capilla Sixtina, bajo un estricto régimen de seguridad y secreto, continuando una tradición milenaria que asegura la integridad del proceso de elección pontificia
