Keith Kellogg, enviado especial para Ucrania del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha asegurado este martes que es “absurdo” el alto el fuego anunciado en la víspera por el mandatario ruso, Vladimir Putin, con motivo del aniversario del final de la II Guerra Mundial.
“Un alto el fuego de tres días es absurdo”, ha dicho Kellogg en una entrevista para Fox News, en la que ha subrayado que lo que el presidente Trump quiere es “un alto el fuego permanente y completo, marítimo, aéreo y terrestre, por un mínimo de 30 días” con la posibilidad de poder extenderlo en el futuro.
“Ahí es adonde queremos llegar”, ha incidido el enviado especial de Trump, asegurando que es a los rusos a quienes le toca ahora mover ficha, después de que los ucranianos hayan mostrado su predisposición a avanzar en la negociación.
Así, ha explicado que en el encuentro en Londres de la semana pasada, Estados Unidos presentó a Ucrania una hoja de ruta con una veintena de acciones que si bien no todas gustaron, ahora está en una “muy buena posición” para seguir adelante.
“A nadie le va a gustar la postura final que se adopte. Eso es normal en cualquier negociación, pero creo que estamos en una buena posición”, ha dicho. “Siento que, al menos en lo que respecta a los ucranianos, están muy cómodos donde estamos ahora”, ha asegurado.
Kellogg también ha puesto en duda que Rusia esté ganando la guerra y ha descartado que haya logrado grandes avances en el último año. “No han tomado Kiev, la capital, ni han avanzado al oeste del río Dniéper, no han tomado Odesa. Han perdido cientos de soldados y en realidad no han avanzado nada”, ha dicho.
Esta falta de logros, ha dicho, debería ser razón suficiente para que las autoridades en Moscú reflexionaran y se dieran cuenta de que están en un “punto muerto”. Además, ha destacado, que “los ucranianos están en buena posición” y “están trabajando arduamente para avanzar” en la negociación, con el apoyo de Europa.
“Nadie va a ganar esta guerra militarmente. Se hará mediante la diplomacia, y creo que los ucranianos lo entienden perfectamente (...) y creo que los rusos deben entenderlo”, ha remarcado Kellogg.