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Iniciativas comunitarias buscan erradicar vertederos clandestinos

El Proyecto ENLACE y la empresa comunitaria Martín Peña Recicla trabajan para reducir la acumulación de escombros y residuos sólidos, fomentando su reutilización y protegiendo el medioambiente

Estación de recolección Martín Peña Recicla.
Iniciativas comunitarias buscan erradicar vertederos clandestinos Estación de recolección Martín Peña Recicla. (Sebastián Quiñones)

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Hay responsables, pero dar con ellos no es tan fácil. Cuando cae la noche, un camión suele detenerse en una de las calles sin salida del Caño Martín Peña, donde la poca iluminación favorece que no sea visto. En la oscuridad, descarga una montaña de escombros clandestinamente. Para algunos, es la manera más fácil de evitar pagar por depositarlos en un vertedero; para la comunidad, es un problema persistente que contamina los alrededores, afecta la calidad de vida y puede poner en riesgo el proceso de dragado.

“Esto no es necesariamente un problema de gente que, quizás, tira basura doméstica, pero sí de camiones que vienen y desechan para no tener que hacer la ruta del vertedero o incurrir en gastos”, destacó Estrella Santiago Pérez, gerente de Asuntos Ambientales de la Corporación del Proyecto ENLACE del Caño Martín Peña.

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En 2023, el Proyecto ENLACE firmó un contrato con el Cuerpo de Ingenieros para hacer una limpieza de escombros y basura en las comunidades aledañas al Caño Martín Peña, un canal que conecta la Laguna del Condado con la Bahía de San Juan. Como resultado, se removieron 18,800 toneladas de desechos, lo que equivale al peso de 2,682 elefantes africanos, 83 estatuas de la libertad o 522 camiones de basura.

“El elefante africano es el elefante más grande, lo que significa que se recogió un montón de escombros y basura. Y eso es superficial nada más, y descontando las gomas. Las gomas se relocalizaron a través de Recursos Naturales, que tiene un programa de recolección de gomas”, dijo Santiago Pérez. “Pero sí es un problema de muchísima magnitud para el área en la que estamos, y que no necesariamente se asocia solamente a la gente que vive aquí, sino que hay gente quizás de afuera que trae basura y deposita en el área”.

Según la gerente, el propósito del dragado en el Caño Martín Peña, que comenzó su segunda fase en septiembre del 2024 y se extenderá hasta 2031, es mejorar la calidad del agua, restaurar el flujo del canal y preservar la historia de la vida en San Juan. Sin embargo, la comunidad no desea que se drague para que luego vuelva a llenarse de basura. Para evitar esto, el Proyecto ENLACE implementó diferentes estrategias, incluyendo medidas legales.

A pesar de que el Departamento de Recursos Naturales (DRNA) suele administrar los bienes de dominio público, Santiago Pérez señaló que, en el caso del caño, querían “asegurar que hubiese participación comunitaria en el proceso de manejar estos bienes y de salvaguardar que no haya basura ni construcciones ilegales”. Ante esto, en 2016 firmaron un acuerdo de comanejo con el DRNA.

A través de ese acuerdo, han surgido iniciativas comunitarias para educar y prevenir la acumulación de basura en el caño. Además, la corporación y el G-8 pueden atender una querella si se identifica una situación que amenace el bienestar de la zona. También, se instaló una verja de 664 pies en la calle 14 de Barrio Obrero Marina para cerrar el acceso de vehículos al caño y evitar la descarga de escombros.

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“Esto no se hace para prevenir que la gente llegue, porque pueden hacerlo; es para evitar que lleguen camiones y depositen basura en el caño”, mencionó Santiago Pérez.

Martín Peña Recicla: una iniciativa sostenible

A causa de los vertederos clandestinos, surgió Martín Peña Recicla, una empresa comunitaria inaugurada en 2011 con el objetivo de erradicar este tipo de vertedero y generar un impacto positivo en el medioambiente mediante el reciclaje. Esta iniciativa no solo busca limpiar el Caño Martín Peña y sus alrededores, sino también educar a la comunidad sobre la importancia de la gestión adecuada de los residuos sólidos y fomentar una cultura de sostenibilidad.

“Uno de los retos más grandes que tenemos es que la gente entienda de una vez por todas que todos tenemos que reciclar, porque no es bienestar para ti y para mí nada más, si no que es bienestar para todos”, expresó Carmen Febres Alméstica, presidenta del proyecto.

Martín Peña Recicla comenzó en una casa abandonada ubicada en la calle 14 de Barrio Obrero, donde un grupo de jóvenes realizó una limpieza para convertirla en un almacén de reciclaje. Aunque el proyecto enfrentó varios retos en sus inicios, y, eventualmente, los participantes lograron comprar la propiedad, que hoy funciona como centro de recolección para materiales como periódicos, cartón, papel, aluminio y plástico.

Aún queda trabajo por hacer, pero Carmen destacó que la comunidad aprendió a separar sus residuos y a utilizar los contenedores de reciclaje.

“Yo encuentro que ha mejorado, porque el mero hecho de que la gente tenga ese envase y que semanalmente se recoja plástico ya es un avance. A lo mejor para otros no es mucho, pero solo este mes hemos recolectado alrededor de mil libras de plástico”, mencionó Febres.

Martín Peña Recicla constantemente se enfoca en educar a la comunidad sobre la importancia de reciclar, y recientemente abrieron un club de reciclaje en la escuela Escuela Dr. Julio J. Henna, en Villa Palmeras. Según Carmen, lo que un niño aprende lo acompaña por el resto de su vida.

“Nuestras esperanzas están en los jóvenes, que sigan trabajando esto que nosotros hemos comenzado. Eventualmente, la gente va mejorando. Pero tienes que mantenerte constantemente educando y llevando el mensaje. Ahí no te puedes cansar”, reflexionó la presidenta.

Valeria Román Ortiz es estudiante de Periodismo en la Universidad del Sagrado Corazón. Esta publicación es producto de una colaboración con el programa EntreMedios, de la Escuela de Comunicación Ferré Rangel. La historia fue publicada originalmente en La Península.

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