Los candidatos al senado por el distrito de Bayamón se dieron cita a la redacción de Metro Puerto Rico para exponer sus posturas en temas como corrupción y el uso de fondos públicos para una sana administración.
La ausencia de los incumbentes del Partido Nuevo Progresista (PNP), Migdalia Padilla y Carmelo Ríos, y del candidato de Proyecto Dignidad, César Vázquez, marcó el evento.
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Sin embargo asistieron el actual representante por acumulación, José Bernardo Márquez del Movimiento Victoria Ciudadana (MVC), Raquel Gauthier y Antonio Cruz Rodríguez del Partido Popular Democrático (PPD), y Noel Berríos Díaz del Partido Independentista Puertorriqueño (PIP).
El encuentro fue moderado por Aiola Virella, editora en jefe de Metro Puerto Rico, y Alex Delgado, director de Programación de NotiUno 630.
Desde el inicio, los candidatos presentes coincidieron en que la ausencia de los incumbentes es una señal del distanciamiento que, según ellos, han mantenido durante más de 20 años en el distrito senatorial.
En su análisis sobre el debate legislativo del distrito senatorial de Bayamón, el profesor y analista Jorge Schmidt Nieto señaló que la ausencia de los dos incumbentes del PNP, puede interpretarse como una estrategia para evitar riesgos innecesarios. Según Schmidt, ambos legisladores probablemente sienten que tienen asegurado su escaño y que participar en el debate solo expondría su posición a potenciales ataques y errores que podrían afectar su imagen.
“Creo que entienden que van a ganar, que no necesitan exponerse y que lo mejor que les puede pasar es que se queden como están. Si pasara algo raro, podrían perder o lucir mal, y no quieren arriesgarse,” explicó Schmidt. En su opinión, esta es una actitud típica de los políticos que perciben su posición como segura y prefieren no participar en un debate donde no tienen mucho que ganar, pero sí mucho que perder.
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Schmidt también mencionó que los retadores, a diferencia de los incumbentes, buscan desesperadamente la oportunidad de participar en debates para generar un “golpe de suerte” o aprovechar algún error de sus oponentes. Añadió que, al no presentarse al debate, los incumbentes pierden la oportunidad de defenderse de las críticas en tiempo real y dejan que los demás candidatos se enfrenten entre sí.
Fondos Públicos
El primer tema discutido durante el debate fue la intervención de los legisladores en la distribución directa de fondos públicos. Raquel Gauthier del PPD subrayó que el problema radica en el uso indebido de esos fondos para influir en los votantes, defendiendo la transparencia y responsabilidad en el manejo de recursos públicos. Noel Berríos del PIP criticó el “inversionismo político” y propuso una distribución equitativa de los fondos que no favorezca a ningún partido.
Por su parte, Antonio Cruz Rodríguez del PPD abogó por implementar métricas específicas para asignar fondos sin discriminación política. José Bernardo Márquez del MVC fue más allá, proponiendo que los fondos se manejen mediante presupuestos participativos, permitiendo a los ciudadanos decidir directamente sobre el uso de estos recursos.
Corrupción
En cuanto al segundo tema sobre la corrupción y el fortalecimiento de las oficinas de fiscalización, Berríos del PIP propuso la creación de una oficina de fiscal gubernamental con mayores facultades para investigar y llevar casos a los tribunales de forma independiente. Cruz Rodríguez, en cambio, destacó la importancia de despolitizar las agencias actuales, argumentando que la creación de nuevas entidades no resolvería el problema si no se elimina la influencia política.
Márquez del MVC abogó por sustituir el Panel sobre el Fiscal Especial Independiente (FEI) por una entidad más creíble y despolitizada, resaltando la necesidad de una respuesta legislativa efectiva contra la corrupción. Raquel Gauthier del PPD concluyó señalando la falta de consecuencias para los culpables de actos corruptos y la politización que impide que se avance en propuestas significativas.
Legislador a tiempo completo
En el debate, la figura del legislador a tiempo completo fue un punto central de discusión, especialmente la idea de regresar al modelo de legislador a tiempo parcial, que existió antes de 1996. Este cambio hacia un sistema de tiempo completo fue implementado para asegurar que los legisladores estuvieran más disponibles y comprometidos con sus funciones, así como para prevenir conflictos de interés que podrían surgir si los legisladores también trabajaban en el sector privado.
Antonio Cruz Rodríguez rechazó la idea de regresar al modelo de legislador a tiempo parcial. Cruz Rodríguez argumentó que un legislador debe estar disponible para sus constituyentes y no limitarse a estar en una oficina. Enfatizó la importancia de que los legisladores se involucren directamente en las comunidades, señalando que deben estar presentes y accesibles para comprender las necesidades de la ciudadanía. Cruz Rodríguez propuso que los legisladores deberían establecer equipos de trabajo que salgan a las comunidades, en lugar de esperar a que los ciudadanos se acerquen a ellos.
Mientras que José Bernardo Márquez compartió una visión similar, sugiriendo que el debate no debería centrarse en si el modelo debería ser a tiempo completo o parcial, sino en la calidad de los legisladores que se eligen. Márquez destacó que el verdadero problema radica en seleccionar a personas que realmente representen los intereses de la ciudadanía, sugiriendo que el enfoque debería estar en la elección de individuos competentes y comprometidos, en lugar de discutir la cantidad de tiempo que pasan en sus cargos.
Raquel Gauthier también aportó su perspectiva, enfatizó que los electores tienen un papel crucial en la selección de sus representantes. Gauthier sugirió que el contacto directo con la comunidad es fundamental para que los legisladores comprendan las preocupaciones de sus constituyentes. Argumentó que si los legisladores están desconectados, no podrán servir adecuadamente al pueblo, independientemente de si trabajan a tiempo completo o parcial.
Finalmente, Noel Berríos expresó su oposición a la idea de regresar al modelo de tiempo parcial. Argumentó que esto podría generar conflictos de interés, ya que los legisladores que también trabajan en el sector privado podrían priorizar sus propios intereses sobre los de sus electores. Berríos insistió en que un legislador debe estar completamente comprometido con las necesidades del pueblo y no tener distracciones que puedan comprometer su capacidad para servir adecuadamente.