Emmanuel Macron ha prometido hacer que Francia brille durante los Juegos Olímpicos. Más débil que nunca en su país tras las elecciones recientes, el presidente francés espera que la cita deportiva en París le devuelva también algo de lustre a él mismo.
“Los Juegos Olímpicos son la mejor oportunidad de convencer al mundo de “elegir a Francia”, dijo Macron esta semana, utilizando un lema acuñado para fomentar la inversión extranjera en el país. “Esto promoverá nuestros paisajes, nuestras instalaciones, nuestro ‘savoir-faire’, así como nuestra gastronomía”.
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La decisión tomada por Macron el mes pasado, para convocar a elecciones legislativas adelantadas, sumió a Francia en la turbulencia política. El voto dejó a la Asamblea Nacional, la influyente cámara baja del Parlamento, sin un bloque político dominante por primera vez en la Francia moderna.
El presidente francés dijo que los ministros de su alianza de centro seguirían encargados provisionalmente del trabajo del gobierno, al menos hasta que concluyeran los Juegos Olímpicos, a fin de no generar un “desorden” justo en momentos en que los ojos de todo el mundo apuntan a Francia.
El jueves, Macron, almorzó con unos 40 directores generales de algunas de las mayores compañías del mundo, incluyendo Samsung, Tesla y Coca-Cola, en busca de infundirles tranquilidad sobre la situación política en Francia, informó la oficina del presidente.
Pero no es de eso de lo que Macron querrá hablar este viernes, cuando dé la bienvenida a más de 110 jefes de Estado y de gobierno para la gran ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos.
El Palacio del Elíseo anticipó que Macron expresará “la ambición de mostrar a toda Francia su herencia natural y cultura, su arte de vivir y sus deportistas de clase mundial, ante un público de 4.000 millones de televidentes, incluidos más de 1.000 millones tan sólo para la ceremonia de apertura”.
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Además, Macron y el presidente del Comité Olímpico Internacional Thomas Bach han impulsado un encuentro para alentar a que los líderes mundiales y las organizaciones internacionales apoyen iniciativas relacionadas con el deporte en ámbitos como la educación, la salud, la igualdad, la inclusión y el desarrollo sustentable.
La Cumbre del Deporte para el Desarrollo Sustentable se realizó el jueves, cerca del Museo de Louvre, e incluyó a medio centenar de jefes de Estado y de gobierno.
Macron suele hablar de los deportes que practicó —incluyendo boxeo y tenis. Ha dicho que los Juegos Olímpicos “eran sólo un sueño” en mayo de 2017, cuando se le eligió por primera vez. Apenas cuatro messes después, París obtuvo la sede.
Los asesores de Macron han dicho que él personalmente se involucró en los preparativos. Pasó horas en reuniones y realizó casi 70 viajes por todo el país en los últimos siete años, a fin de alentar iniciativas deportivas locales o convencer a ciertas ciudades de que albergaran competiciones olímpicas.
Cuando comenzó la cuenta regresiva de los 200 días para los Juegos, Macron instó a los franceses a entrenar durante 30 minutos diarios y a publicar un video de su actividad en las redes sociales. Él mismo apareció, bañado en sudor y con ropa deportiva, junto a un saco de boxeo.
Se involucró también para llevar la ceremonia inaugural al Río Sena —aunque se negaba a revelar detalles para dar una sorpresa. Apoyó la idea porque quería que Francia viera que es importante “atreverse a cambiar las reglas” en un evento típicamente realizado en un estadio, dijo uno de los asesores de Macron.
El funcionario del Elíseo habló bajo condición de anonimato, en cumplimiento con las prácticas acostumbradas por la presidencia de Francia.