HONG KONG (AP) — Diez parejas homosexuales contrajeron matrimonio en Estados Unidos a través de internet desde Hong Kong, una ciudad semiautónoma del sur de China que no reconoce formalmente este tipo de uniones pero les ofrece protección legal.
El martes, con motivo del mes del orgullo, una oficiante registrada del estado estadounidense de Utah oficializó los enlaces. La mayoría de los estados exigen la presencia física de los contrayentes para cubrir la documentación y presentar una identificación, pero Utah no lo hace, por lo que su proceso de solicitud digital se ha convertido en referencia para las bodas online desde la pandemia del COVID-19.
PUBLICIDAD
Las familias se reunieron en un salón de bodas de un hotel del distrito de Kowloon de Hong Kong mientras las parejas intercambiaban los anillos, y levantaron sus copas para brindar.
“Espero que algún día todo el mundo acepte el hecho de que el amor no es solo entre un hombre y una mujer. Es entre dos personas que se quieren", dijo Lucas Peng, un empresario de 66 años de Singapur que vive en Hong Kong y fue uno de los 20 contrayentes en el acto semivirtual.
“Se trata de dos humanos que se aman. Esa es la clave. Eso es lo importante. Y, sin duda, poder declarar públicamente nuestro amor por el otro hoy en un paso muy importante para nosotros", agregó.
El organizador de la boda, Kurt Tung, apuntó que esperaba que el acto envíe un mensaje a la población.
“En Hong Kong todavía no se puede acudir a un registro matrimonial para casarse, pero podemos ofrecerles esta vía para que hagan realidad su sueño de casarse", indicó.
PUBLICIDAD
De acuerdo con las tradiciones culturales y religiosas, Hong Kong solo reconoce los enlaces entre un hombre y una mujer. La isla autogobernada de Taiwán es el lugar más próximo que celebra bodas entre personas del mismo sexo. Hong Kong reconoce los derechos de esas parejas, aunque no les llama bodas, y no cuenta con leyes que prohíban las relaciones homosexuales.
En septiembre, el máximo tribunal del territorio semiautónomo determinó que el gobierno local debía proporcionar un marco legal para el reconocimiento de las uniones entre parejas del mismo sexo, incluyendo los derechos de herencia, custodia compartida de hijos y beneficios fiscales, de visas y derivados de empleos en el gobierno local.
El fallo respondió a la proceso iniciado por el activista LGBTQ+ Jimmy Sham, quien se casó con su esposo en Nueva York en 2013, ante la corte final de apelaciones de la ciudad alegando que las leyes locales violaban el derecho constitucional a la igualdad. Esto contrasta con el tono cada vez más conservador del centro financiero asiático, donde los edictos del autoritario Partido Comunista chino han despertado críticas en todo el mundo por la represión de los derechos democráticos y la libertad de expresión.