El Partido Popular Democrático (PPD) solicitó una reunión de emergencia con la empresa Dominion, encargados de las máquinas de escrutinio electrónico, por los diversos fallos de estas durante el domingo de primarias.
La comisionada electoral del PPD, Karla Angleró indicó que los fallos de las máquinas continúan, a pesar de los intentos de soporte técnico a través del mando que se establece en la Comisión Estatal de Elecciones (CEE).
PUBLICIDAD
“Esto nos lleva a darle instrucciones a los funcionarios, que se continúe atendiendo a los electores y las papeletas que las máquinas no esté leyendo se ubiquen en el compartimento auxiliar, uno como si fuera de emergencia...Al cerrar el centro de votación, los funcionarios electorales hacen un intento de pasar las papeletas por máquina. En caso de que no sean leídas nuevamente, vienen al excrutinio general...Nosotros queremos evitar ese paso”, detalló la comisionada.
Durante la conferencia de prensa, el partido indicó que la empresa, Dominion, les pidió un aproximado de 30 minutos para poder atenderlos.
“Nos quedan dos horas, más o menos, para el cierre de los colegios de votación, [queremos] poder darle una instrucción más certera a los funcionarios del colegio que están trabajando el evento. [...] Lo que puede suceder es que la divulgación de los resultados no sea certera porque la máquina lo que divulga es lo que leyó. Nosotros no estamos incluyendo a los funcionarios a contar...Queremos evitar tener que llegar allá porque queremos tener unos resultados certeros del día de hoy”, continuó.
Tras preguntas, la comisionada confesó que, con esta reunión de emergencia, buscan la alternativa que la empresa ofrecería.
En términos al manejo de la situación, el partido indicó tener que cambiar máquinas en Rincón y Hatillo, aunque todavía persisten las complicaciones. “Todas las unidades [de Hatillo] están teniendo el mismo problema. La situación de Hatillo también puede ser que la papeleta es un poco más larga. Hemos dado las diferentes alternativas...Mandamos dos técnicos esta mañana y ellos estaban trabajando para ver si se podía pasar lo que es el voto de domicilio”.
Según la comisionada, las máquinas de escrutinio se “comían” el papel, no leían las papeletas, y insertaban y volvían a extraer el documento sin lectura.
