El jefe de política exterior de la Unión Europea insistió el domingo que Israel debe acatar los fallos del máximo tribunal de la ONU y poner fin a su ofensiva en la ciudad de Rafah, en el sur de Gaza, y cuestionó la posible participación de las autoridades israelíes en actos de violencia cometidos por colonos contra palestinos en la ocupada Cisjordania.
En un día en que el visitante primer ministro palestino Mohammad Mustafa disfrutó de la atención luego que dos países de la UE y Noruega se comprometieron a reconocer un Estado palestino, Josep Borrell presionó aún más a Israel para que tome medidas inmediatas que garanticen que los ingresos fiscales destinados a las autoridades palestinas ya no sean interrumpidos.
PUBLICIDAD
Las demandas se hicieron al final de la semana en que la comunidad internacional aumentó la presión hacia Israel para que cambie fundamentalmente el curso de la guerra que libra contra Hamás en la Franja de Gaza mediante acciones judiciales y maniobras diplomáticas.
Borrell insistió que Israel llevó a los palestinos al borde de la catástrofe ya que “la situación en Gaza no se describe con palabras. La ocupada Cisjordania está al borde, con riesgo de una explosión en cualquier momento”.
Aunque gran parte de la atención mundial se centra en Gaza, Borrell señaló que “no debemos olvidar lo que sucede en Cisjordania”, en donde está la sede de la Autoridad Palestina.
“Ahí vemos una espiral de violencia intensificada. Ataques indiscriminados y punitivos por parte de colonos extremistas, cada vez más dirigidos a la ayuda humanitaria dirigida hacia Gaza. Y están muy armados. Y la pregunta es, ¿quién los está armando? ¿Y quién no está evitando que suceda este ataque?”, dijo Borrell.
Grupos defensores de derechos humanos y residentes palestinos afirman que las fuerzas israelíes con frecuencia proporcionan un escudo de seguridad a los colonos armados que atacan pueblos palestinos y comunidades nómadas.
PUBLICIDAD
Tal violencia de los colonos, subrayó Borrell, “va acompañada de expansiones de asentamientos israelíes y acaparamiento de tierras sin precedentes”.
Borrell también respondió a las amenazas israelíes de golpear financieramente a los palestinos. El miércoles, el ministro de Finanzas Bezalel Smotrich dijo que suspenderá la transferencia de ingresos fiscales destinados a la Autoridad Palestina, una medida que podría perjudicar su ya menguante capacidad de pagar salarios a miles de empleados.
Bajo los acuerdos de paz interinos de la década de 1990, Israel recauda los ingresos fiscales a nombre de los palestinos, y ha usado dichos ingresos como una herramienta para presionar a la Autoridad Palestina. Después del ataque de Hamás del 7 de octubre que desató la guerra en Gaza, Smotrich congeló las transferencias, pero Israel acordó enviar el dinero a Noruega, que lo transfiriere a la Autoridad Palestina. Smotrich sostuvo el miércoles que suspenderá ese acuerdo.