OMAHA, Nebraska (AP) — Los residentes de Omaha, Nebraska, despertaron el martes en la madrugada con el sonido de las sirenas meteorológicas y apagones generalizados mientras las lluvias torrenciales, fuertes vientos e intensas granizadas azotaban el área y comenzaban a trasladarse hacia el este para amenazar otras partes de la región centro-norte de Estados Unidos.
Más de 10,000 clientes se quedaron sin electricidad en Omaha y sus alrededores, y el diluvio que arrojó más de 5 pulgadas de agua en menos de dos horas inundó sótanos y sumergió automóviles en zonas bajas.
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La estación de televisión KETV mostró videos de varios vehículos arrastrados por el agua en una calle baja de la región norcentral de Omaha, así como a bomberos rescatando a los afectados.
Aunque las autoridades no han confirmado la presencia de tornados en el área, hay reportes verificados de vientos huracanados, señaló Becky Kern, meteoróloga del Servicio Meteorológico Nacional.
“Hemos medido rachas de 90 mph en Columbus”, dijo Kern. Columbus está a unas 87 millas al oeste de Omaha.
Iowa se encontraba en el ojo de la tormenta, y el Centro de Pronóstico de Tormentas del Servicio Meteorológico Nacional informó que, en la mayor parte del estado, había grandes probabilidades de intensas tormentas con la posibilidad de fuertes tornados por la tarde y noche.
Las tormentas se produjeron después de que el clima extremo sacudió durante varios días una amplia porción de la parte media del país. Fuertes vientos, intensas granizadas y tornados sacudieron varias partes de Oklahoma y Kansas el domingo por la noche, dañando casas y lesionando a dos personas en Oklahoma. Otra ronda de tormentas, ocurrida el lunes por la noche, arrasó Colorado y el oeste de Nebraska y la ciudad de Yuma, Colorado, quedó cubierta de granizo, que convirtió las calles en ríos de agua y hielo.
La semana pasada, el área metropolitana de Houston, Texas, fue azotada por fuertes tormentas que provocaron la muerte de al menos siete personas. El jueves, dichas tormentas dejaron sin electricidad a cientos de miles de personas durante días, dejando a los texanos en la oscuridad y sin aire acondicionado en este cálido y húmedo verano, y vientos huracanados redujeron a escombros varios negocios y otras estructuras, además de romper los vidrios de los rascacielos en el centro de la ciudad.