El jefe de la Fiscalía federal en Puerto Rico, William Stephen Muldrow, informó este miércoles que un Gran Jurado presentó una acusación contra 30 presuntos miembros de la banda “Los Élite” por conspirar para poseer con intención de distribuir, poseer y distribuir sustancias controladas, y por violaciones relacionadas con armas de fuego en San Juan, Trujillo Alto, Aibonito y Loíza.
Esta investigación fue dirigida por la Administración para el Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés), el Negociado de la Policía de Puerto Rico (NPPR), San Juan Strike Force, con la colaboración de la Agencia de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF), Oficina de Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI, por sus siglas en inglés),Servicio de Inspección Postal de Estados Unidos (USPIS, por sus siglas en inglés), el Servicio de Marshals de Estados Unidos, y el Buró Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés).
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El “indictment” alega que desde 2012 hasta la fecha de la acusación, la organización de tráfico de drogas identificada como “Los Élite”, distribuyó heroína, pasta base (comúnmente conocida como “crack”), cocaína, marihuana, fentanilo, Tramadol, y Clonazepam a menos de 1,000 pies de los residenciales públicos Jardines de Sellés, Nuestra Señora Covadonga, Quintana, El Trébol, Liborio Ortiz, y áreas cercanas, con el fin de obtener beneficios económicos.
La finalidad de “Los Élite” era controlar todas las actividades de narcotráfico dentro de los municipios de San Juan, Trujillo Alto, Aibonito y Loíza, y las zonas aledañas utilizando la fuerza, las amenazas, la violencia y la intimidación.
Al preservar el poder y proteger el territorio, aparentemente los miembros de la ganga se beneficiaban de la distribución ilegal de narcóticos, incluyendo transporte y distribución de cantidades de kilogramos de cocaína en los Estados Unidos. Además, enviaban fentanilo y marihuana desde los Estados Unidos hasta Puerto Rico para su distribución en sus puntos de drogas en la Isla.
La investigación reveló además que participaron en actos de violencia y tiroteos para asegurar sus operaciones de narcotráfico. A veces utilizaban chalecos antibalas para protegerse cuando participaban en actos de violencia, y modificaban armas de fuego para convertirlas en armas automáticas (ametralladoras).
Asimismo, enviaban por correo piezas de armas de fuego o armas de fuego enteras desde Estados Unidos a otros miembros de la organización de narcotraficantes en Puerto Rico.
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Los acusados desempeñaban diferentes funciones como líderes, proveedores, propietarios de puntos de venta de droga, ejecutores, corredores, vendedores, vigilantes y facilitadores.
Alegadamente, se comunicaban mediante teléfonos móviles, a menudo a través de aplicaciones de mensajería y redes sociales (incluidas, entre otras, WhatsApp e Instagram). Los acusados se promocionaban a sí mismos, sus estupefacientes, sus armas de fuego, su dinero y su organización de narcotráfico a través de las redes sociales. Estas comunicaciones en las redes sociales incluían conversaciones sobre la venta de estupefacientes y sobre armas de fuego.
Los presuntos miembros de la ganga “Los Élite” son:
Pedro A. Rosado-Garay, a.k.a. “Finito/Fino/Fi”
Josué Benito Sánchez-González, a.k.a. “Bore”
Juan Daniel Sierra-Jiménez, a.k.a. “Wiwi/Doble U”
Sergio Luis Rivera-Álvarez, a.k.a. “Zurdo”
Víctor Alfonso Rosario-Clemente, a.k.a. “Calvo/Tato”
Jose Domingo Irizarry-Serrano
Héctor Manuel Miranda-Rivera, a.k.a. “Do/Tito”
David Antonio Tejada-Rosado, a.k.a. “Mudito/Mudo”
Edwin Gabriel Vázquez-Colón, a.k.a. “Cuco”
Rey Ivan Freytes, a.k.a. “Pana Mío”
Francisco Miguel Duluc-Méndez, a.k.a. “Franco/Frankini”
Rufino Hernández-Pizarro, a.k.a. “Gallero”
Eduardo Berríos-Sepúlveda, a.k.a. “Kiko/Chavo del 8″
Orville Báez-Maldonado, a.k.a. “Perry”
Joffren Odete Santos-Rivera
Yan Omar López-Machuca, a.k.a. “Bebo/John Zeta”
Luis Ángel Rivera-Díaz, a.k.a. “Bebillo”
Xavier Omar Maldonado-Negroni, a.k.a. “Maña”
Michael Rivera-Cariño, a.k.a. “Movie”
Héctor Alberto Sarriera-Marín, a.k.a. “Albert/Culón/Kardashian”
Melvin Martínez-Vélez, a.k.a. “Tío”
Raúl O. Matos-De Jesús, a.k.a. “Pechu”
Yomar Gabriel Rivera-Hernández, a.k.a. “Yomar Gabriel Hernández/El Ninja”
Ernesto Caraballo-Brooks, a.k.a. “Mullo”
José Omar Aguayo-Delgado
Sem Monge-Parrilla, a.k.a. “Jordan/23″
Luis Alexis Guerrero-López, a.k.a. “Trunky”
Jesús Antonio Carrión-Narváez, a.k.a. “Tomate/Motora”
Marcelino Delgado-Rodríguez, a.k.a. “Marcelo”
Emilio Rodríguez-Guzmán, a.k.a. “Barba/A”
20 de los acusados se enfrentan a un cargo de posesión de armas de fuego para la comisión de un delito de tráfico de drogas y cinco de ellos se enfrentan a un cargo de posesión de una ametralladora para la comisión de un delito de tráfico de droga.
Si son declarados culpables de los cargos de tráfico de drogas, los acusados se enfrentan a una pena mínima de 10 años y hasta cadena perpetua. Si son declarados culpables tanto de los cargos de tráfico de drogas como de los cargos de armas de fuego, los acusados se enfrentan a una pena mínima de 15 años y hasta cadena perpetua.
Los acusados de posesión de ametralladoras con fines de tráfico de drogas se enfrentan a una pena de treinta años de prisión, que deberán cumplir consecutivamente a cualquier pena impuesta por los cargos de tráfico de drogas.
Todos los acusados se enfrentan a una acusación de decomiso de narcóticos de $67,191,390 dólares que representan el producto generado por sus actividades ilegales de tráfico de drogas.
Una acusación no es más que una alegación, y todos los acusados se presumen inocentes hasta que se demuestre su culpabilidad más allá de toda duda razonable.
