WEST PALM BEACH, Florida, EE.UU. (AP) — Bajo un cielo despejado, empleados de la principal compañía de luz de Florida lidiaron con los efectos de un enorme huracán que impactó Miami y Fort Lauderdale. El huracán fue falso, el ejercicio no.
Florida Power & Light (FPL) lleva a cabo esta semana su simulacro anual en caso de huracán, en el que se ensaya la respuesta en caso de que un huracán impacte al estado y cause estragos en su red eléctrica. El huracán Benito, con vientos de hasta 215 km/h (135 mph), en realidad no azotó el miércoles, pero se imaginó que era de mayor magnitud a los ciclones reales Idalia e Ian, que causaron graves daños en partes del estado en los últimos dos años.
PUBLICIDAD
Ian fue uno de los peores de desastres en la historia de Florida, ya que cobró la vida de 150 personas y dejó a millones sin servicio eléctrico después de tocar tierra en las costas del Golfo de México, cerca de Fort Myers, en 2022. Si Benito fuera una tormenta de verdad, posiblemente causaría peores daños al tomar en cuenta que su trayectoria imaginaria lo llevó por la zona de mayor densidad demográfica en el estado.
El territorio de la compañía abarca prácticamente toda la costa del Atlántico de Florida, buena parte de la costa del Golfo de México al sur de Tampa y el extremo occidental de la franja noroeste de Florida, en donde residen unas 12 millones de personas, o el 55% de la población.
“Todos los días en que no tenemos una tormenta nos estamos preparando para una”, dijo Ed DeVarona, vicepresidente de suministro eléctrico de FPL.
El Centro Nacional de Huracanes pronostica que la próxima temporada de huracanes en el Atlántico, que se extiende del 1 de junio al 30 de noviembre, superará el promedio anual de siete tormentas tropicales y siete huracanes, y que tres de los ciclones serán de categoría 3 o mayor. No todos los huracanes tocan tierra.
Durante el ejercicio del jueves, una computadora simuló apagones. Las cuadrillas que trabajan en el centro de operaciones de emergencia de la compañía tuvieron que evaluar los supuestos daños y enviar equipos de reparación.
PUBLICIDAD
Los directivos de FPL señalaron que durante la última década se ha vuelto más fácil llevar a cabo las evaluaciones. En lugar de depender de los clientes que reportan las interrupciones en el servicio y enviar a los equipos a conducir por la zona para identificar los daños, ahora hay sensores que le indican a FPL de inmediato el lugar y la causa de los apagones. Se utilizan drones para examinar el tendido. Estas mejoras reducen el tiempo que les toma a las cuadrillas realizar una reparación, lo que significa que pueden hacer más en un día.
Además, hay más cableado subterráneo y la mayoría del tendido superficial se encuentra anclado por postes de metal o concreto, y no de madera. Eso significa que se requieren menos reparaciones mayores.
“Puedo decir con sinceridad que cada una de esas herramientas facilita las cosas para los trabajadores de cableado como yo”, dijo el especialista Mike Ochoa.