En el escenario multifacético de la educación contemporánea, la música se alza como una fuerza poderosa que va más allá de simples acordes y notas. En particular, su influencia en la vida de los jóvenes estudiantes es profunda y significativa. La música no solo proporciona un escape creativo y emocional, sino también desempeña un papel crucial en el desarrollo cognitivo y social de los jóvenes. Desde mejorar las habilidades académicas hasta fomentar la autoexpresión y la empatía, la música actúa como un catalizador para el crecimiento y el enriquecimiento cultural de la juventud.
Esta es la visión que comparte el Banco Popular y su fundación, quienes respaldan a jóvenes estudiantes y músicos emergentes con amplios programas y modelos educativos, que al mismo tiempo demuestra un compromiso excepcional con el enriquecimiento cultural y las artes en todas sus manifestaciones. Aproximadamente cerca de cinco mil estudiantes son impactados anualmente, a través de los distintos programas propietarios, tales como el internado residencial Aceleración Musical, para estudiantes de 13 años de edad en adelante, entre otros.
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“La música es un quehacer patrio que nos distingue como país, y como institución, siempre hemos tenido esto muy presente. La Fundación Banco Popular lleva más de 20 años haciendo inversiones sociales y creyendo en el poder transformador de la música para cambiar vidas. Tenemos un modelo educativo que llevamos trabajando oficialmente desde hace dos años, pero tenemos varios programas desde el 2006. Este modelo es una ruta para que nuestros estudiantes tengan una formación musical, desde que comienzan en la introducción a la música hasta que puedan convertirse en músicos profesionales”, explicó Ana María Vidal Cerra, gerente de programas de la Fundación Banco Popular.
“Constantemente estamos identificando oportunidades para que estos estudiantes supertalentosos que vienen de todas partes de la isla, principalmente de escuelas públicas, o referidos por organizaciones sin fin de lucro, tengan oportunidades reales para desempeñarse, para tocar, para practicar y desarrollarse”, enfatizó Vidal Cerra.
Por otro lado, también donan instrumentos musicales a escuelas y organizaciones sin fines de lucro a través del programa Revive la Música.
Legado de tradición musical
Desde 1993 y a raíz del centenario, el Banco Popular comenzó la tradición de hacer producciones musicales como un regalo navideño para el pueblo, no solo para rescatar las tradiciones, sino para crear una plataforma de apoyo para organizaciones, escuelas y comunidades que apoya la Fundación Banco Popular. Parte de los fondos recaudados por las ventas son donados a entidades que promueven la educación musical entre nuestros niños y jóvenes.
“Más allá de las artes musicales como tal también se reconocen las industrias creativas como un motor de desarrollo económico importantísimo para el país. A través de los especiales se trabaja una producción muy completa y compleja que promueve nuestra cultura, la protege, y a la vez también se convierte en ente para el desarrollo económico del país. El primer especial que se publicó fue en el 1993 y se llama Un pueblo que canta. Ya vamos por el año número 32… El especial se ha convertido en una tradición muy nuestra, en un regalo que ya la gente espera y que va mucho más allá de Puerto Rico físicamente, porque toca las vidas de todos los puertorriqueños que están por el mundo entero. Definitivamente, se ha convertido en esa pieza que marca el comienzo de la Navidad, donde promovemos la comunidad y promovemos la unión familiar para celebrar nuestra cultura”, destacó Patricia de la Torre de Haro, vicepresidenta senior de Comunicaciones Corporativas.
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Modernizan la marca al ritmo de la música
En alianza con el cantautor puertorriqueño Tommy Torres y el maestro Ángel “Cucco” Peña, Popular lanzó recientemente una campaña “Seguimos tu Ritmo”. Se utiliza como ancla la analogía de la música para presentar cómo cada persona es distinta y cómo Popular se adapta a ellos.
Torres tuvo a su cargo crear un sonido reconocible como marca sonora, que de algún modo identificara nuestras raíces y cultura.
“Hemos anclado esta ejecución publicitaria a nuestro nuevo marco cultural, nuestro nuevo propósito, de poner a la gente en el centro del progreso. También, utilizamos la música para crear una conexión con nuestros clientes y humanizar su forma única de hacer banca”, agregó Patricia Vigoreaux, vicepresidenta del grupo de Mercadeo en Popular.