El presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, negó las acusaciones de corrupción contra su esposa, pero dijo que considerará dimitir después de que se iniciara una investigación judicial el miércoles sobre denuncias de que ella utilizó su posición para influir en acuerdos comerciales.
Sánchez dijo en una carta publicada en su cuenta de la red social X que si bien las acusaciones contra su esposa Begoña Gómez son falsas, cancelará su agenda pública hasta el lunes, cuando dará a conocer si seguirá en el cargo o renunciará.
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“Necesito parar y reflexionar”, escribió Sánchez. “Me urge responder a la pregunta de si merece la pena, pese al fango en el que la derecha y la ultraderecha pretenden convertir la política. Si debo continuar al frente del gobierno o renunciar a este alto honor”.
Sánchez, de 52 años, es presidente desde 2018. Pudo formar un nuevo gobierno de coalición de izquierda en noviembre para otro mandato de cuatro años. Es uno de los dirigentes socialistas con más tiempo en el cargo de Europa.
Horas antes del anuncio de Sánchez, un juez aceptó investigar las acusaciones de corrupción realizadas contra Gómez por un grupo privado con un historial de presentar demandas principalmente por causas de derecha. El tribunal con sede en Madrid considerará las acusaciones y procederá con la investigación o la desechará.
“Begoña defenderá su honorabilidad y colaborará con la justicia en todo lo que se la requiera para esclarecer unos hechos tan escandalosos en apariencia, como inexistentes”, señaló Sánchez.
Gómez, de 49 años, no ocupa un cargo público y mantiene un bajo perfil político.
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Manos Limpias acusa a Gómez de presuntamente haber utilizado su posición para influenciar acuerdos de negocios. La corte no dio más información al respecto y señaló que la pesquisa estaba bajo precinto.
Manos Limpias se describe como un sindicato, pero su principal actividad es una plataforma que persigue casos judiciales. Muchos han estado vinculados con causas de la derecha. Actúa como “acción popular”, una peculiaridad de la ley española que permite a los individuos o entidades participar en algunos casos penales, incluso cuando no se han visto afectados directamente por el acusado.
El ministro de Justicia, Félix Bolaños, señaló que las nuevas acusaciones eran “falsas”.
La posibilidad de una crisis de gobierno se produce semanas antes de unas importantes elecciones regionales en Cataluña, seguidas por las elecciones europeas en junio.
Sánchez acusó a los sitios de noticias por internet alineados políticamente con el conservador Partido Popular y con el partido Vox de extrema derecha de divulgar lo que describió como acusaciones “espurias que, señaló, condujeron a la pesquisa judicial.
El mes pasado, el órgano de vigilancia del gobierno español para el conflicto de intereses desechó una denuncia realizada por el Partido Popular contra Sánchez en la cual el partido opositor afirmaba que Gómez presuntamente había influenciado a su esposo en una decisión relacionada con una aerolínea.
El presidente español dijo que decidió reflexionar sobre su futuro debido al amor que le tiene a su esposa.
“Este ataque no tiene precedentes, es tan grave y tan burdo que necesito parar y reflexionar con mi esposa”, señaló. “Muchas veces se nos olvida que tras los políticos hay persona. Y yo, no me causa rubor decirlo, soy un hombre profundamente enamorado de mi mujer, que vive con impotencia el fango que sobre ella esparcen día sí y día también”.
“En resumen, se trata de una operación de acoso y derribo por tierra, mar y aire, para intentar hacerme desfallecer en lo político y en lo personal atacando a mi esposa”, escribió Sánchez.