GINEBRA (AP) — Una mujer africana tiene, de media, 130 veces más probabilidades de morir por complicaciones del embarazo o el parto que una mujer en Europa o Norteamérica, según indicó el miércoles el Fondo de Población de Naciones Unidas, que denunció la creciente desigualdad en salud reproductiva y sexual y de derechos en todo el mundo.
El reporte “Estado de la población mundial" más reciente de UNFPA también estima que cada día se producen casi 800 muertes maternas relacionadas con el embarazo y el parto, 500 de ellas en países con crisis humanitarias o conflictos, y muestra que las mujeres con raíces africanas en América son más propensas a morir dando a luz que las mujeres blancas.
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“Los amplios avances globales en salud reproductiva y sexual en los últimos 30 años se ven empañados por una fea verdad: millones de mujeres y niñas no se han beneficiado por quiénes son o dónde nacieron”, indicó el fondo en un comunicado.
La tasa de embarazos no planeados ha bajado en casi un quinto desde 1990 y la tasa de mortalidad materna ha caído en más de un tercio desde 2000, dijo la doctora Natalia Kanem, directora ejecutiva de UNFPA.
Sin embargo, “las desigualdades en nuestras sociedades y sistemas de salud se amplían, y no hemos priorizado adecuadamente llegar a los que están más rezagados”, dijo. Las mejoras en el acceso a atención médica han beneficiado principalmente a mujeres más adineradas y miembros de grupos étnicos con más acceso a sanidad, señaló el fondo.
Kanem celebró algunos progresos: más de 160 países han aprobado leyes contra la violencia doméstica y la “legislación contra la sexualidad LGBTQIA+”, que antes era algo generalizado, está remitiendo. Ahora apenas un tercio de los países tiene leyes de esa clase.
Aunque celebró “el acuerdo del mundo” que llevó a esos avances, Kanem también advirtió que “la reproducción humana se está politizando. Los derechos de las mujeres, niñas y personas de género diverso son objeto de una creciente reacción en contra”.
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“Y sin embargo, ese progreso se está frenando. En muchos aspectos se ha paralizado por completo”, dijo. “Las reducciones anuales en la mortalidad materna se han estancado. Desde 2016, el mundo no hizo ningún avance en salvar a las mujeres de muertes evitables en el embarazo y el parto”.
“Los sistemas de salud actuales son débiles”, añadió Kanem. “Están marcados por la desigualdad de género, la discriminación racial y la desinformación”.
El fondo pidió nuevas inversiones en salud sexual y reproductiva, así como mejoras en educación sexual, detener la violencia de género y “acabar con la necesidad no cubierta de anticonceptivos”, un asunto que ha provocado divisiones en algunos países.
Durante el mandato del expresidente Donald Trump, Estados Unidos dejó de financiar a UNFPA principalmente por reservas sobre el aborto, lo que privó al fondo de decenas de millones de dólares durante cuatro años.