Un intenso ataque con misiles y drones destruyó una de las plantas termoeléctricas más grandes de Ucrania y causó daños en otras centrales, informaron las autoridades ucranianas el jueves. La ofensiva fue parte de la renovada campaña rusa en contra de la infraestructura energética de Ucrania.
La planta de Trypilska, que era la principal proveedora de energía para las regiones de Kiev, Cherkasy y Yitomir, recibió múltiples impactos que destruyeron el transformador, las turbinas y los generadores, dejando a la central envuelta en llamas. A medida que se aproximaba el primer dron, los trabajadores del lugar se resguardaron en un albergue, lo que les permitió mantenerse con vida, dijo Andrii Hota, director de Centrenergo, la compañía estatal que administra la planta.
PUBLICIDAD
Vieron a la planta incendiarse, rodeada de denso humo y envuelta en llamas.
“Es aterrador”, declaró Hota. Los rescatistas seguían trabajando horas después para retirar los escombros.
La central suministraba electricidad a tres millones de clientes, pero ninguno de ellos se quedó sin luz debido a que la red pudo compensar gracias a que hay poca demanda en esta época del año. De cualquier forma, las consecuencias de los ataques podrían resentirse en los próximos meses, cuando se intensifique el uso de aire acondicionado durante el verano.
Al menos otros 10 ataques perpetrados durante la noche dejaron daños en la infraestructura energética en Járkiv, la segunda ciudad más poblada del país. El ministro de Asuntos Exteriores, Dmytro Kuleba, señaló que más de 200,000 habitantes de la región, la cual ha sido objeto de repetidos ataques, quedaron sin luz.
El mayo operador privado de energía de Ucrania, DTEK, describió la serie de ataques como algunos de los más intensos en lo que va del año, mientras que el ministro de Energía Herman Halushchenko dijo a los reporteros que fue “un enorme ataque de misiles a gran escala que afectó severamente a nuestro sector energético”.
PUBLICIDAD
Rusia ha renovado recientemente sus ataques contra instalaciones energéticas ucranianas, y el mes pasado dejó sin luz a una buena parte del país, un nivel de oscuridad que no se veía desde los primeros días de la invasión a gran escala en 2022.
El volumen y la precisión de los ataques ha alarmado a los defensores del país y dejó a las autoridades en busca de encontrar una mejor manera para defender sus activos energéticos. Los atentados también pusieron a prueba la capacidad de Ucrania para realizar reparaciones a gran velocidad.
El gobierno de Ucrania ha solicitado más sistemas antiaéreos para repeler este tipo de ataques, pero los suministros han tardado en llegar.
“La situación de este día demuestra que no nos queda nada para derribar” los misiles, lamentó Hota.