SAN FRANCISCO (AP) — Los rescatistas buscaban el miércoles a una ballena gris que fue vista por última vez frente a las costas del norte de California con la cola enredada en una enorme red agallera.
El animal de 9 metros (30 pies) de largo fue avistado el martes cerca de San Francisco mientras viajaba hacia el norte como parte de la migración anual de ballenas grises desde México hasta Alaska. La ballena arrastraba la red, la cual tenía dos boyas rojas que los rescatistas le colocaron el 22 de marzo, cuando fue detectada por primera vez frente a Laguna Beach, en el sur de California.
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Justin Viezbicke, coordinador del programa de respuesta a mamíferos marinos varados en California para el Servicio Nacional de Pesca Marítima de Estados Unidos —perteneciente a la Oficinal Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés)—, señaló que el equipo de rescate se colocó detrás del animal el martes, pero no pudo cortar la red porque la ballena se tornó agresiva.
“El equipo salió ayer y realizó algunos intentos, pero cuando el equipo se acercó, el animal se volvió muy reactivo”, declaró Viezbicke.
El equipo de la NOAA, que colabora en las labores de rescate con el Centro de Mamíferos Marinos en Sausalito, California, realizó una nueva búsqueda de la ballena el miércoles al norte de San Francisco.
Kathi George, directora de biología de conservación de cetáceos en el centro de Mamíferos Marinos, dijo que un equipo de rescate en el sur de California no pudo liberar a la ballena el mes pasado, pero fue capaz de colocar un localizador satelital en la red para su rastreo, así como dos boyas para facilitar el avistamiento del animal. Sin embargo, el localizador se desprendió, indicó.
George señaló que, si el equipo de rescate logra avistar a la ballena el miércoles, tratarán de cortar la red o al menos colocar un nuevo localizador satelital.
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“Nuestro objetivo es recuperar el equipo que está en la ballena, de forma que podamos entender más acerca del enredo y cómo sucedió, y podamos usar eso para informar (a quienes) laboran en la reducción de riesgos”, puntualizó.
Cada primavera, las ballenas grises emigran 8.000 kilómetros (5.000 millas) desde las aguas en las que dan a luz a sus ballenatos frente a la península de Baja California, México, hacia su zona de alimentación en el Ártico.