La locura de las compras alcanzó un nuevo nivel en Nueva York cuando la policía tuvo que intervenir para cerrar una venta de muestras de Versace en Chelsea, luego de que más de mil compradores se agolparan frente a la tienda en busca de descuentos de diseñador. La escena caótica se desarrolló en el 125 W. 18th St.
En el sitio se conglomeró una multitud ansiosa había estado esperando durante horas para ingresar a la tienda y aprovechar las ofertas. Sin embargo, las cosas tomaron un giro violento cuando estallaron peleas entre los compradores, lo que llevó a que la policía interviniera y cerrara el evento.
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La policía interviene luego de la desastrosa apertura de una tienda de Versace en Nueva York
Videos compartidos en redes sociales capturaron el caos que se apoderó de la calle mientras los compradores luchaban por entrar a la tienda. Algunos incluso esperaron en fila durante horas, solo para ver cómo sus esperanzas de conseguir una ganga se desvanecían en medio de la confusión y la violencia.
La seguridad de la tienda tuvo que pedir ayuda al NYPD para controlar a la multitud, y aunque el evento fue cerrado temporalmente, luego se reabrió. Afortunadamente, no se realizaron arrestos, según informó la policía, pero si se lograron registrar múltiples videos que demuestran la cantidad de personas que había en el sitio, así como las actitudes violentas de varios de los presentes.
Los videos compartidos en varias plataformas de redes sociales mostraron la desesperación de los compradores por acceder a la tienda, con empujones y forcejeos mientras intentaban abrirse paso entre la multitud. La escena se volvió aún más caótica cuando la policía ordenó a la gente que despejara la cuadra.
Los deseos de comprar productos de marca se convirtieron en violencia en Nueva York
Las reacciones en línea reflejaron la incredulidad ante el comportamiento de los compradores y la rápida intervención policial para poner fin al disturbio. Muchos expresaron su asombro ante la idea de que una venta de muestras de Versace pudiera terminar en tan poco tiempo debido a la falta de control entre los asistentes.
Para muchos neoyorquinos, el incidente fue un recordatorio de los extremos a los que algunas personas están dispuestas a llegar por una oferta, aunque también fue motivo de preocupación por la seguridad y el orden público en medio de la agitación.
