SYDNEY (AP) — El servicio global de transporte con conductor Uber pagará 272 millones de dólares australianos (178 dólares estadounidenses) para poner fin a una larga batalla legal con los conductores australianos de taxi y de alquiler que perdieron ventajas cuando la compañía entró en el mercado australiano.
Se esperaba que la demanda colectiva contra Uber fuera a juicio en la Corte Suprema de Victoria el lunes, pero Maurice Blackburn Lawyers, que representa a 8.000 conductores de alquiler y de taxi, dijeron que el caso se retiraría porque Uber había aceptado el acuerdo financiero.
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El abogado principal de Maurice Blackburn, Michael Donelly, dijo que los conductores y propietarios de vehículos sufrieron pérdidas financieras debido a la agresiva entrada de Uber en el mercado en 2012, y que la compañía había evitado compensarles de forma continuada.
“A las puertas del tribunal y tras años negándose a hacer lo correcto con los que decimos que fueron perjudicados, Uber ha cedido y miles de australianos corrientes se unieron para desafiar a un gigante global”, dijo.
Un comunicado de Uber describió las reclamaciones del sector de taxis como “asuntos antiguos" y dijo que no había regulaciones para su modelo de viajes compartidos en ningún lugar del mundo cuando la compañía empezó a operar hace más una década.
“El auge de los viajes compartidos ha incrementado la industria general australiana de transporte de un punto a otro, llevando más opciones y experiencias compartidas para los consumidores, así como nuevas oportunidades de ingresos para cientos de miles de trabajadores australianos”, dijo el comunicado.
“Desde 2018, Uber ha hecho contribuciones significativas en varios planes de compensaciones a taxistas de nivel nacional, y con el acuerdo propuesto de hoy, dejamos firmemente atrás esos asuntos antiguos”.
Es el quinto acuerdo más grande en una demanda colectiva en la historia de Australia, alcanzado cinco años después de que comenzara el proceso.