Un informe del sistema de vigilancia del envenenamiento por plomo del Departamento de Salud (DS) encontró en lo que va de año, al menos, nueve casos de niños, desde menos de un año hasta tres años de edad, con concentraciones del metal en la sangre.
Según la doctora Wilmarie Muñiz Forestier, quien dirige el Sistema de Vigilancia de Niveles de Plomo en Sangre y Prevención de Envenenamiento por Plomo en Niños, se registraron 82 casos en 2022 y 79 en 2023, para un total de 170 casos hasta hoy, que incluye los nueve de 2024. Identificó que la tasa de distribución se concentra en la zona este, aunque los municipios con mayor concentración son Vega Baja, San Juan y Loíza.
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Pese a que la mayoría de los casos tienen concentraciones bajas — menos de cinco microgramos por decilitro —, hay otros que exceden estas cantidades, lo que arriesga el desarrollo cognitivo del niño y daños en el funcionamiento del cuerpo.
La doctora en salud pública explicó que las mayores exposiciones potenciales al plomo suceden si el niño reside con un adulto que se dedique a la remodelación de viviendas, la hojalatería, la pesca o mecánica de autos, cuyas actividades involucran contacto con el plomo. Añadió que si el menor reside en un hogar construido antes de 1978, hay una alta probabilidad que la pintura y la tubería contengan el metal y por ende ocurra la exposición.
El sistema inició en 2021 para monitorear los casos de menores de edad debido a los efectos adversos del químico y, desde que comenzó, se han realizado, en total, 2,404 pruebas para detectar niveles del elemento en la sangre.
“Es un asunto de salud pública que hay que atender y esta vigilancia nos permite ver dónde hay problemas”, sostuvo por su parte la principal oficial médico, la doctora Iris Cardona Meaux.
Aún bajo alerta por dengue, influenza y COVID-19
En la actualización semanal de los sistemas de vigilancia, la principal oficial de Epidemiología, Melissa Marzán Rodríguez, sostuvo que, a pesar de haber una tendencia de disminución de casos de dengue, se mantienen por encima del umbral de alerta, con 475 casos en total desde que inició el año.
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Hasta el viernes pasado, se identificaron 53 casos, en lugar de los 24 casos que se esperaban. “Se duplicaron los casos para la semana”, dijo la epidemióloga del Estado. Según los datos recopilados, confirmaron que la mayor prevalencia es del dengue serotipo DEN-3, por lo que el riesgo de contagio es mayor para personas que nunca han sido infectados o que se enfermaron con otro serotipo.
La funcionaria insistió en estar vigilantes, posterior a eventos de lluvia, para identificar posibles criaderos de mosquitos y eliminarlos con prontitud. Además, detectaron casos en los municipios de Carolina, Loíza, Canóvanas, Río Grande, Gurabo, Corozal, Vega Alta, Vega Baja, Manatí, Arecibo, Isabela, Aguadilla y Rincón. Aún no se reportan muertes por dengue, aseguró Marzán Rodríguez.
Para COVID-19, se observan alrededor de 230 casos diarios, mientras que la tasa de positividad redujo a 8.6 %, por lo que se reclasifica a nivel “sustancial” de transmisibilidad. Mientras, para influenza, que entra a la undécima semana bajo alerta para la enfermedad, se registraron, la semana pasada, 1,548 casos, para un total de 70,412 casos acumulados. En total, han habido 120 fallecimientos por esta enfermedad.
La doctora Cardona Meaux recordó que, para combatir los altos contagios de estas enfermedades, aún hay vacunas para COVID-19, indicada para personas desde seis meses de edad, e influenza disponibles. Según la galena, se han administrado 93,220 dosis de la vacuna actualizada de COVID-19, mayormente en adultos mayores, y 482,596 para esta temporada de vacuna de influenza en actividades de inmunización en escuelas, iglesias, residenciales públicos, entre otros esfuerzos.
