El presidente Joe Biden y el expresidente Donald Trump ya tienen la cantidad suficiente de delegados para ser los virtuales candidatos de sus respectivos partidos.
Era un resultado previsible. Biden tuvo solo una oposición simbólica en las primarias demócratas. Trump tuvo varios rivales importantes, pero ninguno de ellos estuvo cerca de quitarle la nominación en lo que será su tercera campaña consecutiva por la presidencia estadounidense.
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Aquí un vistazo a lo que eso significa, lo que ha cambiado, y lo que tiene que pasar para que Biden y Trump dejen ser “virtuales candidatos” y puedan ser llamados candidatos a secas:
The Associated Press solo usa “virtual” para referirse al candidato una vez que haya obtenido los delegados necesarios para tener la mayoría en la convención de su partido. Para los republicanos, esa cifra es 1.215. Para los demócratas es 1.968.
Eso esencialmente pone fin a la época de primarias, aunque tanto Biden como Trump han estado enfilando sus cañones contra el otro desde ya varios meses.
Más o menos.
Por lo general, los partidos nacionales demócrata y republicano empiezan a coordinar directamente con sus nominados virtuales una vez tienen su status asegurado, aunque ha habido algunas excepciones.
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La semana pasada, el Comité Nacional Republicano recibió nuevos líderes escogidos a dedo por Trump. Se trata del presidente, copresidente y secretario general del partido. Esos dirigentes rápidamente empezaron a despedir a docenas de empleados del CNR.
Luego que Trump ganó las asambleas partidistas de Iowa y las primarias de Nueva Hampshire, pero seguía teniendo rivales a lo interno del partido, un miembro del CNR que es estrecho aliado de Trump propuso una resolución para declarar a Trump el “candidato virtual”, lo que hubiera permitido parte de esa coordinación más temprano.
Trump se opuso a la medida —aunque dijo que probablemente hubiera prosperado— y eventualmente fue retirada.
En cuanto al Comité Nacional Demócrata, Biden es el líder de facto del partido, aunque cualquier cambio oficial tendría que hacerse mediante canales establecidos. Durante la campaña de 2020, el CND reestructuró su liderazgo y entró en un acuerdo de recaudación de fondos con Biden en abril, aunque Biden no tuvo asegurada la nominación hasta junio.
Oficialmente, eso no ocurre hasta que el candidato gane la votación en la convención. La votación por parte de los delegados es, hoy en día, mayormente una formalidad, pero no siempre fue así.
Hace unas décadas, los candidatos competían en primarias y caucus, pero no se sabía el ganador hasta que los delegados y los jefes partidistas resolvían el asunto en las convenciones.
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Meg Kinnard está en X como @MegKinnardAP