Los precios al consumidor en Estados Unidos aumentaron el mes pasado, indicio de que la inflación sigue planteando un desafío tanto para la Reserva Federal como para la campaña para la reelección del presidente Joe Biden.
Los precios subieron 0.4% de enero a febrero, comparado con el alza de 0.3% registrada el mes pasado, informó el Departamento del Trabajo el martes. Comparado con un año antes, los precios al consumidor aumentaron 3.2% en febrero, levemente más que el 3.1% registrado en enero.
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Si se excluyen los precios de los alimentos y la energía que son más volátiles, la llamada inflación subyacente subió 0.4% de enero a febrero, igual que el mes previo pero más consistente con la meta de la Fed, de 2%. La inflación básica es vigilada estrechamente porque ofrece un panorama más preciso de la trayectoria de la inflación.
Uno de los factores en el aumento de la inflación fueron los precios de la gasolina, que se incrementaron en 3.8% de enero a febrero. Los precios en los supermercados, sin embargo, no cambiaron respecto del mes pasado y subieron en apenas 1% comparado con un hace un año. También subieron la ropa, los carros usados y los alquileres, lo que incidió en la cifra de la inflación.
Pese al aumento registrado en febrero, la mayoría de los economistas vaticinan que la inflación gradualmente irá cediendo este año. Al mismo tiempo, el leve aumento podría explicar la actitud cautelosa que ha tenido el banco central estadounidense hacia los recortes de las tasas de interés.
La inflación en general ha caído de su máximo de 9,1% en junio de 2022, aunque el ritmo de disminución ha ido bajando con respecto a lo que era en la primavera y el verano pasados. Los precios de algunos bienes, como artefactos electrodomésticos, muebles y carros usados, de hecho están disminuyendo luego que las trabas en las cadenas de suministro durante la pandemia dispararon los precios. Hoy en día hay más vehículos en los concesionarios y más artefactos electrodomésticos en las tiendas.
Como contraste, los precios de atención dental, reparaciones automotrices y otros servicios están aumentando a un ritmo más rápido que antes de la pandemia. Los seguros para carros se han disparado, lo que refleja aumentos en reparaciones y autopartes. Y tras aumentarle los sueldos a enfermeras y otros empleados, los hospitales les están traspasando esos costos más altos a los pacientes, mediante precios más elevados.