NAIROBI, Kenia (AP) — Kenia ha pausado sus planes de desplegar al menos 1,000 policías en Haití debido a la violencia sin precedentes que azota el país caribeño y al anuncio de su primer ministro, Ariel Henry, de que dimitirá una vez que se cree un consejo presidencial, según declaró el martes un funcionario keniano.
Kenia había acordado en octubre comandar una fuerza policial internacional en Haití autorizada por la ONU, pero el máximo tribunal del país africano dictaminó en enero que ello era inconstitucional, en parte debido a la falta de acuerdos recíprocos sobre este tipo de despliegues entre ambas naciones.
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El presidente de Kenia, William Ruto, dijo que él y Henry habían sido los testigos de la firma de los acuerdos recíprocos entre Kenia y Haití el 1 de marzo, despejando el camino para el despliegue.
Según el plan, la policía multinacional respaldada por la ONU y dirigida por oficiales kenianos debía ayudar a sofocar la violencia de las pandillas que desde hace tiempo azota Haití. Pero la violencia se intensificó drásticamente desde el 29 de febrero: hombres armados quemaron comisarías, cerraron los principales aeropuertos internacionales y tomaron por asalto las dos mayores prisiones del país, liberando a más de 4,000 presos.
Decenas de personas han muerto y más de 15,000 se han quedado sin hogar tras huir de los barrios invadidos por las pandillas. Los alimentos y el agua escasean y el principal puerto de la capital, Puerto Príncipe, permanece cerrado, dejando varados decenas de contenedores con suministros esenciales.
Tras regresar de un viaje a Kenia, adonde había ido para salvar los planes de despliegue de la fuerza policial, Henry se ha quedado fuera de su propio país y se encuentra en Puerto Rico desde la semana pasada.
“Es cierto que el despliegue previsto de agentes de policía ha quedado en suspenso”, declaró el martes el secretario principal de Asuntos Exteriores de Kenia, Koriri Sing’oei.
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“Se ha producido un cambio fundamental en las circunstancias en Haití como resultado del completo colapso de la ley y el orden”, añadió Sing’oei.
El anuncio realizado el martes por Henry, de que dimitiría una vez que se creara un consejo presidencial de transición, es indicativo de que estaba cediendo a la presión internacional para dar paso a un nuevo liderazgo en el país abrumado por la violencia de las pandillas.