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Continúa la guerra de demandas entre Fahad Ghaffar y John Paulson

Se trata de una nueva demanda por la compra de dos concesionarios de autos de marcas de lujo europeas y de japonesas

Bandera de los Estados Unidos ondea en el Tribunal Federal en Hato Rey.
Tribunal Federal de Puerto Rico Bandera de los Estados Unidos ondea en el Tribunal Federal en Hato Rey. (Dennis A. Jones/Metro Puerto Rico)

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El empresario Fahad Ghaffar radicó una nueva demanda contra su antiguo socio, John Paulson alegando represalias comerciales y la utilización indebida de bienes privados para uso corporativo. Además de solicitar una indemnización de sobre 50 millones de dólares.

Según Ghaffar, en el recurso legal de unas 25 páginas este alega que tuvo acuerdos de sociedad bajo el concepto de conglomerado o “joint venture” y una serie de inversiones realizadas para comprar y operar dos concesionarios de autos, en la avenida Kennedy en San Juan, Auto Grupo y Gómez Hermanos. Este último, se dedicaba a la venta de autos de lujo, como Porsche, Lamborghini, Ferrari y Maserati, entre otros.

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En la moción presentada ante el Tribunal, los representantes de Ghaffar señalan que estas acciones son producto de, “una especie de represalia comercial o chantaje de Paulson.”

El recurso legal alega que, “Paulson se enfocó en romper el joint venture acordado para operar las corporaciones, F40, V12 y PCI DE como un solo ente o conglomerado, quienes son dueños a partes iguales PCI Delaware LLC (Paulson) y Better Puerto Rico, LLC (Ghaffar). La demanda sostiene que tal acto fue injustificado y no tuvo sentido comercial, legal o práctico alguno”.

Según la demanda, “la controversia tuvo su origen en o alrededor del verano de 2023, cuando Paulson se percató que otros acuerdos monetarios que tenía con Ghaffar terminaron en pagos de sobre $250 millones a Ghaffar. En vista de que Paulson está atravesando por un divorcio extremadamente contencioso y que su fortuna aparenta haberse reducido considerablemente, éste diseñó un plan para frenar los pagos a Ghaffar y presionar a este último, para que aceptara una suma reducida de dinero. En el pasado, Paulson se ha valido, por información y creencia, de artimañas similares para presionar a ejecutivos o inversionistas conjuntos en empresas tales como PF Changs y Steinway & Sons, entre otras. Como parte del plan, Paulson injustamente le puso el sello de persona non-grata a Ghaffar y los expulsó de todos sus negocios en Puerto Rico”.

El representante legal de Ghaffar, el licenciado Leo Aldridge, señaló que la demanda busca demostrar cómo, a través de los esfuerzos y el liderato de Ghaffar, la empresa F40 “comenzó a tener números de ventas extraordinarios”.

“Mientras, Ghaffar fungió como su CEO, las ventas de F40 incrementaron 200%. Sin embargo, en un acto de represalia y chantaje, Paulson prefirió renunciar a sus deberes, responsabilidades y tirar millones de dólares y el esfuerzo de Fahad por la borda. Por todo ello, Fahad reclama más $50 millones como compensación”, agregó el asesor legal.

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Aldridge añadió que, “en un correo electrónico presentado en la demanda, enviado por Recursos Humanos a empleados de los concesionarios, claramente se identifica a Ghaffar como dueño de las empresas”.

La demanda también sostiene que, “como parte de su plan, Paulson y los demandados sacaron a Ghaffar de F40 y V12 y rechazaron que este fuera miembro de dichas entidades. Además, intentaron sacar a Ghaffar de PCI DE, pero, como no pudieron, comenzaron con su plan para frustrar las consolidaciones o empresa común acordada”.

En la misma moción, Ghaffar alega que Paulson le reclamó a una de las empresas, el reembolso de viajes personales en su avión privado por un monto de $206, 420.98. “Dicho acto es contrario a las buenas prácticas corporativas y constituye en un fraude, pues el avión de Paulson es solamente para uso privado”, establece la demanda.

Tal como se ha establecido en demandas anteriores, Paulson se niega a reconocer la inversión de $17.000.000 dólares del señor Ghaffar para ser propietario del 50% de los concesionarios de automóviles F40 ; mientas, está ignorando el estatus como miembro y socio de Ghaffar en Vanderbilt Residences, luego de que este invirtiera $11.000.000, y de igual forma, otros $7.000.000 para convertirse en miembro de La Concha y Vanderbilt.

“Paulson, al desarticular la empresa común, está anteponiendo sus intereses,, lo cual constituye una grave violación de sus deberes fiduciarios, de lealtad y de buena fe”, concluyó Aldridge.

Continúa viva otra demanda de Fahad Ghaffar contra John Paulson

El pasado 6 de febrero la jueza Camille Vélez Rivé del Tribunal Federal de los Estados Unidos -Distrito de Puerto Rico- denegó en parte el recurso en el que John Paulson solicitó la desestimación de la demanda que radicó Fahad Ghaffar en su contra.

La demanda fue presentada en el foro federal el pasado 6 de septiembre del 2023 por unos 50 millones de dólares y establece que Ghaffar invirtió unos $17 millones en la compra del concesionario de lujo, Gómez Hermanos Kennedy, a cambio de una nota convertible al 50% en la entidad F40 LLC, que presuntamente nunca recibió.

John Paulson también tiene otra demanda contra Ghaffar en la que lo acusa de fraude y lavado de dinero. Ambos se han radicado demandas de parte y parte.

Reacciona representación legal de John Paulson a demanda de Fahad Ghaffar

Tras la radicación de la nueva demanda, la abogada de licenciada María Dominguez, quien representa a Paulson aseguró que Ghaffar pretende “presentarse como víctima”.

“Los desvaríos que impregnan los escritos legales de Fahad se han convertido en su manera irracional de intentar desviar la atención del grave comportamiento criminal que provocó su despido de las compañías Paulson. Su despido se basó en actos de deslealtad y deshonestidad que alcanzan el nivel de criminalidad, incluyendo fraude y malversación de fondos, como se describe en la demanda RICO pendiente en su contra y contra ciertos miembros de su familia”, expresó la licenciada en declaraciones escritas.

“Fahad ha fabricado narrativas falsas diseñadas para presentarse como víctima, adhiriéndose al refrán de que la mejor defensa es un buen ataque. Pero esta estrategia nunca puede ser efectiva a largo plazo cuando las acusaciones carecen de fundamento y no están respaldadas por la verdad o la razón. Aunque un demandante pueda exagerar o inventar hechos para alimentar litigios molestos y utilizar esta artimaña como arma difamatoria contra su oponente legal, al final del día, tal estrategia no prevalecerá porque no estará sustentada por la verdad o los hechos, y la táctica será descubierta como el fraude que es”, añadió.

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