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INE: el trabajo colectivo por una educación accesible y de calidad

Este año las letras de los titulares de esta edición especial está en manos de integrantes del Instituto Nueva Escuela.

Educación. El Instituto Nueva Escuela fue la semilla para la diseminación de la educación Montessori en el sistema público. /archivo
Educación. El Instituto Nueva Escuela fue la semilla para la diseminación de la educación Montessori en el sistema público. /archivo

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A sus 37 años, Robert Peña ha regresado muchas veces a su escuelita en el barrio Juan Domingo de Guaynabo. Vuelve como voluntario y como profesional de las artes visuales. Vuelve porque la ama y le agradece.

Robert creció en La Nueva Escuela Juan Ponce de León, esa que desafió el cierre impuesto por el sistema educativo y que en la década de los 90 se transformó en la primera escuela pública Montessori de Puerto Rico. Su vínculo con la escuela permanece por varias razones. Conoce la historia de lucha de esa comunidad. La vivió. Sus padres y maestros le hicieron partícipe. Creó vínculos. Afincó sus valores. Se formó con un alto sentido de responsabilidad ciudadana. Por eso, siempre regresa. Por eso, hoy es voluntario del Instituto Nueva Escuela (INE), la organización que nació hace 15 años para posibilitar que más escuelas públicas ofrezcan educación Montessori, certificando a maestras y acompañando a sus comunidades.

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“Para mí, la metodología Montessori es un mejor sistema de educación, pero también cuesta dinero. Hacerlo accesible a las poblaciones de menos recursos, es un logro, porque abrirle la puerta a un niño a una mejor educación, es abrirle la puerta a un mejor país”, sostuvo Robert, quien hoy se destaca como director de fotografía.

Entre Robert y la estudiante Elisa Toro González hay 24 años de diferencia, pero la labor del INE los ha unido. Ambos comparten una historia: la de una comunidad al rescate de su escuela, la del compromiso de sus maestras/guías, la de una transformación que se sostiene en el principio del bien común.

A sus 13 años, Elisa es una de las portavoces de la escuela Alejandro Tapia y Rivera en el pueblo costero de Lajas. Durante la pandemia, el plantel escolar – que entonces permanecía cerrado – fue espacio de encuentro de estudiantes y maestras que soñaban una nueva escuela. Elisa se siente orgullosa de haber sido partícipe de ese rescate y de ver a su escuela florecer. Actualmente, la comunidad escolar tiene varios proyectos que buscan responder a la realidad de su entorno, impactado por terremotos, huracanes y erosión costera. La escuela recién inauguró una estación meteorológica, tiene un proyecto agrícola y desarrolla, con el respaldo de estudiantes de la Universidad de Puerto Rico, un ambiente de clases sin paredes.

“Lo más que me gusta de la escuela es poder aprender de una manera distinta, saber lo que necesito aprender y dar mi máximo esfuerzo”, agradeció Elisa, quien describió el lugar de estudio como su segunda casa, donde es parte de una familia muy grande.

Celebran 15 años de logros

En esa historia común que tejen Elisa y Robert se inserta Jennyffer Otero, quien se pulió como guía Montessori en la Juan Ponce de León y, junto a Ana María García Blanco, fundó el INE. La fundación del INE logró el sueño de replicar en otras comunidades el éxito de esa primera escuela pública montessoriana; un éxito basado en mucha lucha, en metas y cuidado colectivo, organización y, sobre todo, centrado en el sano desarrollo de cada estudiante.

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Década y media más tarde, Puerto Rico ha sido pionero en ofrecer el método Montessori desde el sistema público de enseñanza. La isla es única, al contar con legislación que reconoce una Secretaría Auxiliar de Educación Montessori dentro de su Departamento de Educación. Hoy, unas 58 comunidades escolares han elegido esta forma alternativa de enseñanza-aprendizaje. Esto significa que más de 400 maestras y maestros están certificados como guías Montessori en las etapas de infantes y andarines hasta nivel secundario, para atender en el presente a más de 6,000 estudiantes.

Proteger el alma del niño

“La celebración más grande es probar una metodología que funciona a lo largo de los años y que ha demostrado que desarrolla un ser humano que se integra a la sociedad, que no solamente a nivel de aprovechamiento académico es excelente, sino que también es un buen ser humano, que aporta a ese escenario social donde quiera que se encuentre”, expresó Otero.

Ese es el esmero de Amneris Chaparro, quien es guía en la escuela Profesora Juana Rosario de Aguada, un plantel que integra el método Montessori hasta Taller 2 (o sexto grado). Proveniente de una familia de educadores y con un bachillerato en Educación Preescolar, en 2016 Chaparro se acercó al INE para certificarse como guía Montessori. “Quería algo distinto para mis niños; quería algo distinto para mi país. Eso fue lo que me motivó. Montessori aporta a cuidar, a proteger el alma del niño”, dijo la educadora, quien agradece la formación que recibió en el INE.

Chaparro destacó cómo el método Montessori también cuida el ritmo de aprendizaje y descubrimiento individual, fomentando la independencia del alumno. “Ser guía ha sido una de las experiencias más maravillosas que he tenido. Toco el alma de ese niño, porque sé que como yo lo guíe, va a convertirlo en una mejor persona, va a ir lleno de valores, respeto, amor, cariño, que es lo que se le ofrece en esta etapa”, añadió.

El INE no solo se ha enfocado en la formación de los maestros o guías para acompañar a los niños, sino que propicia en las escuelas la integración de las familias como custodias del buen ambiente escolar. Son las familias la clave para la verdadera transformación, comentó la directora ejecutiva del INE. A lo largo de estos 15 años, la organización ha sido testigo de cómo grupos de madres y padres se organizaron para reabrir una escuela, son los voluntarios que solucionan las necesidades diarias del plantel o se han convertido en asistentes de guías en los ambientes. Incluso, algunos completaron bachilleratos en Educación y se certificaron como guías.

“La oportunidad de insertarse en la vida escolar y compartir la educación de sus hijos, no solamente les ha cambiado el escenario económico, pero también le ha dado muchas herramientas para la crianza de sus hijos”, expresó Otero. Mirando al futuro, el equipo del INE se propone seguir acompañando a esas escuelas que deseen, a través del método Montessori, transformar la educación en sus comunidades. La directora ejecutiva del INE invitó al país a celebrar sus 15 años en el Montessori Fest, el sábado 2 de marzo, en el Parque Centra del Niño en Bayamón. En este evento gratuito, las familias podrán disfrutar de la actuación de Sie7e, Hermes Croatto y Tito Auger, además de presentaciones de estudiantes y variedad de talleres.

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