En una reunión ordinaria celebrada el pasado 25 de enero de 2024, la Junta de Gobierno de la Universidad de Puerto Rico (UPR) dió luz verde a una extensión del Plan Piloto de Servicios Compartidos entre varias de sus unidades académicas.
Esta medida, respaldada por la recomendación del presidente de la institución, Luis Ferrao Delgado y el endoso del Comité de Reestructuración Académica, Administrativa y de Reforma Universitaria, busca fortalecer la gestión administrativa y optimizar los recursos disponibles.
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La secretaria de la Junta de Gobierno, Terilyn Sastre Fuente, certificó este acuerdo, el cual autoriza la ampliación del plan piloto para incluir a las unidades de Bayamón, Carolina, Cayey, Humacao y Ponce, a partir de enero de 2024. Esta extensión se mantendrá independientemente de cualquier cambio en las rectorías.
“La participación de las unidades se mantendrá irrespectivo de posibles cambios en rectorías; las organizaciones sindicales o bona fide que puedan verse impactadas, tendrán la oportunidad de colaborar durante el proceso brindando comentarios y/o recomendaciones”, lee el documento al que Metro Puerto Rico tuvo acceso.
Además, se autorizó al presidente de la UPR para ejecutar acciones de traslados administrativos relacionados con el plan piloto en los recintos de Aguadilla, Arecibo y Utuado. Esta medida busca facilitar la implementación efectiva del plan y asegurar una transición sin contratiempos en las operaciones administrativas.
El objetivo principal de esta iniciativa es establecer un marco de colaboración entre las diferentes unidades de la UPR para mejorar la eficiencia administrativa, maximizar el capital humano disponible y abordar deficiencias presupuestarias. El plan contempla la identificación y consolidación de áreas de servicios compartidos, así como la implementación de nuevas prácticas de trabajo.
Según lo establecido en la certificación emitida por la secretaria de la Junta de Gobierno, los trabajos relacionados con este plan serán liderados por un equipo multidisciplinario conformado por miembros de la Oficina de Transformación Institucional, la Administración Central y las unidades impactadas. Este equipo presentará propuestas de cambio a la reglamentación universitaria necesarias para viabilizar el plan y brindará reportes recurrentes al Comité de Reestructuración de la Junta de Gobierno.
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“Al cierre del año fiscal el equipo brindará un informe detallado de los trabajos a la Junta de Gobierno para evaluar los resultados obtenidos al momento”, lee la certificación.
El presidente de la UPR, Luis Ferrao Delgado, había anunciado anteriormente la implementación del proyecto piloto en los recintos de Arecibo, Aguadilla y Utuado, con el objetivo de mejorar la operación administrativa y fortalecer el personal no docente. Esta nueva medida expande aún más estos esfuerzos.
Las unidades fueron seleccionadas considerando factores como su perfil académico, distancia entre recintos y disposición para participar en la iniciativa. El plan busca maximizar el uso de recursos no docentes en diferentes áreas administrativas, involucrando al personal de estas unidades para garantizar una implementación eficiente del plan piloto.
Sin embargo, el año pasado, miembros de la Hermandad de Empleados Exentos No Docentes (HEEND) de la Universidad de Puerto Rico (UPR) expresaron preocupación acerca de un plan piloto de servicios compartidos en la institución educativa, el cual podría afectar la estabilidad laboral de los trabajadores y generar una mayor burocracia en los procesos administrativos.
Según sus declaraciones, el plan piloto de servicios compartidos podría implicar la reubicación presencial de empleados y expedientes del personal a otras unidades o recintos para llevar a cabo servicios conjuntos. A modo de ejemplo, mencionaron el funcionamiento de la oficina de compras, explicando que si en una unidad como Aguadilla el volumen de compras es moderado, pero en Utuado es mayor y en Arecibo es menor, las dos últimas unidades podrían ser agrupadas bajo Aguadilla para compartir personal y brindar los servicios de manera conjunta.
Pr su parte, la institución explica que, este proyecto no implica el cierre de unidades, sino que busca abordar las deficiencias de personal, servicios y presupuesto.
Según la UPR, el plan piloto no afectará los beneficios adquiridos y que la clasificación y salario mensual permanecerán inalterados. Sin embargo, enfatiza que los participantes del Proyecto Piloto recibirán un incentivo.
Este plan contempla que entre las unidades de Arecibo y Utuado se compartan servicios de Cobros y Reclamaciones, Asistencia Económica, Pagaduría, Oficina de Planificación y Estudios Institucionales, y Recaudaciones.
El Plan Piloto de Servicios Compartidos se implementará y evaluará hasta el 30 de junio de 2024, cuando se evaluará los resultados obtenidos hasta el momento.